Imagínate un coche que funciona con solo pulsar un botón. Pues esa es la idea original de Google, coches autónomos que supondrán una auténtica revolución en unos pocos años.
El funcionamiento base de estos coches está basado en disponer de una gran cantidad de sensores que son capaces de detectar obstáculos a una gran distancia y en todas las direcciones.
Imaginaros la gran cantidad de beneficios que puede suponer esta idea de coches sin volante, autoconducidos:
- Disminución de los accidentes de tráfico (que superan los 1,2 millones al año). Las máquinas no se fatigan, no se enfadan con los otros conductores ni entienden de saltarse las señales de tráfico o los semáforos.
- Mantener la independencia de aquellas personas que sufran algún tipo de minusvalía visual que les impida conducir un coche tradicional.
- Ya no tendremos que preocuparnos por si alguien se toma una copa de más.
- Evitar el «estrés»de los conductores al tener que estar concentrados en todo momento.
- Tráfico más fluido, ya que el vehículo nos llevará de forma estratégica por la ruta menos congestionada.
Estos vehículos están adaptados a una velocidad máxima de 40 km/h. Sin volante ni pedales, el concepto de conducción supone una revolución.
Queda claro que el coche autoconducido puede suponer un importante avance en todos los sentidos. No significa que necesariamente tengamos la autoconducción activa en todos los momentos, pero sí en algunas situaciones como las comentadas. ¿Que nos gusta conducir? Pues pasamos al modo manual. ¿Qué nos vamos de fiesta y hemos tomado una copa demás? Activamos el modo automático.
¿Qué te parece la idea de que Google maneje el coche por ti? ¿Supondrá un cambio radical en la forma de cómo entendemos la forma de viajar?
Web oficial | Google Self-Driving Car