La guerra comercial entre la Administración estadounidense y Huawei se ha convertido en uno de los temas del año. Hace tres meses comentábamos una noticia de impacto que podría afectar a millones de usuarios: EEUU había ordenado a Google que vetara a Huawei en sus servicios.
Sin embargo, el paso de las semanas y los nuevos acuerdos que se llevaron a cabo durante el G20 mejoraron una situación que parecía completamente solucionada.
Desde que llegó al poder, Trump ha sido reacio a mantenerse en un segundo lugar respecto a China. El ranking comercial ha cambiado con el paso de los años y ahora el gigante asiático es el que más vende en todo el mundo, algo que el Presidente no ha aceptado desde un principio.
De todos es sabido que a Trump le encanta Twitter, otra cosa es que a todo el mundo le guste lo que puede llegar a escribir en este estrecho límite de caracteres. Y es que después de alimentar la guerra comercial imponiendo unos aranceles fuera de lo común con China.
Ahora, el Presidente de los Estados Unidos ha vuelto a hacer de las suyas con unas nuevas declaraciones
En su opinión, “las vastas cantidades de dinero hecho y robado por China a EE UU, año tras año, durante décadas, deben ACABAR y acabarán”, aseguraba el mandatario. “No necesitamos a China y, la verdad, estaríamos mejor sin ellos”, apuntó.
Pekín ha respondido con un acuerdo de aranceles adicionales del 5% en más de 5.000 productos de Estados Unidos. Con esta nueva ronda de sanciones, penaliza prácticamente todo lo que importa de EEUU. Ya os podéis imaginar la reacción de Trump, que no le ha gustado nada y ha ordenado a las empresas estadounidenses que salgan de China y vayan buscando otras alternativas. Todo esto, claro está, perjudica las relaciones entre Huawei y Google.
Ahora, el Presidente ha ordenado de forma inmediata que “sus empresas” comiencen a buscar alternativas a China y vuelvan a “casa”.
Empresas como Huawei o Xiaomi han incrementado el número de unos acuerdos que no habían tenido problemas hasta la llegada de Trump a la presidencia. Después de estas declaraciones, y si esta decisión es más que un enfado momentáneo, todo parece indicar que este tipo de relaciones acabarán perdiéndose con el paso del tiempo.
Vivimos una era en la cual un simple Tweet puede llegar a movilizar cientos de miles de millones de dólares en apenas unos minutos.
Solo hay que fijarse en las grandes empresas estadounidenses. Compañías como Apple, Amazon, Qualcomm, Microsoft e Intel, entre otras, se verían resignadas a cancelar todos sus acuerdos con China para volver a una “casa” de la que salieron hace tiempo en busca de la globalización. Gran parte de la producción de estas empresas suministra al mercado chino, por lo que resulta muy perjudicial para ellas que se lleven a cabo este tipo de decisiones. De esta forma, sus dispositivos serán mucho menos competitivos debido a un aumento de precio que no tiene cabida con la infraestructura china.
¿Quién es el principal perjudicado?
Evidentemente los usuarios. Los precios de los productos tecnológicos se han incrementado en los últimos años. Los dispositivos de gama alta ya superan la barrera de los 1.000 euros en muchos casos, ahora, la fabricación de sus componentes fuera de China pueden aumentar sus valores hasta unas cifras nunca vistas. Todo es una cadena, si el precio sube al principio, también lo hace al final. Es decir, todos pagamos los platos rotos.
Aunque «a río revuelto, ganancia de pescadores», ya que empresas surcoreanas como Samsung o LG se beneficiarían de una situación que puede generarles una enorme cantidad de ingresos económicos.
Huawei, motivo de conflicto
La guerra está declarada. No hay que olvidar que la Administración estadounidense acaba de dar una tregua de 90 días más a la firma china para seguir colaborando con empresas americanas. A juzgar por el tono de Trump parece que la tensión va a ir en aumento lo cual puede significar que la tregua se suspenda o que dentro de tres meses se suspendan las relaciones de forma definitiva. Por el momento lo que ya es un hecho es que la bolsa se ha hundido cerca de un 3% y prácticamente todas las empresas tecnológicas viven en una incertidumbre.
El próximo encuentro está previsto para septiembre en Washington, si los últimos pasos de uno y otro Gobierno no lo descarrilan.
¿Qué se atisba en el horizonte? La situación todavía no ha entrado en un declive absoluto y existe tiempo y soluciones que pueden arreglar el conflicto. El dinero puesto en juego es tan importante que no parece tener una solución a corto plazo, por lo que se avecinan nuevos acontecimientos que afectarán a la economía a nivel mundial.