La guerra comercial que ha iniciado Trump con China está afectando a Huawei de muy diferentes formas y la compañía china se encuentra en la situación más compleja de su historia.
Google acaba de romper en esta semana relaciones con Huawei, y poco después han sido Intel y Qualcomm los que vetaron al gigante chino y ahora ARM deja sin tecnología ni procesadores a la compañía.
Sin duda todas estas noticias pueden terminar con Huawei, al menos fuera de China, pero también están afectando a otras compañías como Apple en el país asiático. Según han desvelado varios medios locales, muchos usuarios chinos se avergüenzan de usar un iPhone y están comenzando a cambiarse a dispositivos de Huawei.
El medio local South China Morning Post ha compartido algunas impresiones de estos usuarios:
“ES ALGO BASTANTE EMBARAZOSO SACAR UN IPHONE DEL BOLSILLO HOY EN DÍA CUANDO TODOS LOS DIRECTIVOS DE LA EMPRESA UTILIZAN HUAWEI”
“¡CAMBIAR A HUAWEI! ODIO A ESOS HIPÓCRITAS”
“EL AMOR DE LOS CONSUMIDORES CHINOS A HUAWEI SÓLO PUEDE AUMENTAR CON ESTA PROHIBICIÓN”
Ya os hemos hablado de un boicot que ha comenzado en China a los productos de Apple por ser una marca americana y que hasta los grandes cargos atacan a Apple y a su iPhone, aunque utilicen un dispositivo de Apple opera hacerlo.
Los chinos también vetan a su manera a los iPhone
Diversos medios locales se han hecho eco de algunas declaraciones de usuarios chinos descontentos con la nueva política que ha iniciado Estados Unidos y ven en Apple una empresa a la que atacar.
Veremos cómo termina resolviéndose todo pero en caso de que el bloqueo de Estados Unidos a Huawei continúe no creo que a Apple le vaya muy bien en China.
Se trata de un país muy proteccionista con sus dispositivos que tradicionalmente ha sido complicado para empresas extranjeras, de hecho Apple es la única que logra competir con las empresas locales.
¿Cómo acabará todo? Difícil de precedir…
La negociación entre la Administración de Trump y el Gobierno chino puede calmar el caos de amenazas y represalias que empieza a hacer mella en la economía global. Pero hay que recordar que los últimos movimientos sobre el tablero exceden la naturaleza comercial y se parecen más a una batalla sin cuartel por la hegemonía tecnológica. Nos da la impresión que esto no ha hecho más que comenzar…
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