El gran cohete de la empresa de Elon Musk había realizado su despegue con éxito y minutos después ha explotado. Puede parecer decepcionante, pero es un avance, el segundo ensayo de lanzamiento de Starship ha ido un poco más allá, aunque no haya logrado completarse con éxito.
El vuelo inaugural del cohete más potente y sofisticado jamás construido ha acabado con el vehículo en llamas tan solo unos minutos después de su lanzamiento. Los responsables de la misión afirman que investigarán las causas de lo ocurrido pero, mientras, aplauden «el aprendizaje» de este primer lanzamiento. El costo de lanzamiento del cohete fue estimado por Elon Musk en menos de 10.000.000 de dólares americanos.
Tras su despegue realizado con éxito desde su base en la costa de Texas (EEUU), la nave ha explotado
Después de que el primer intento se tuviese que cancelar en los últimos 40 segundos de la cuenta atrás por la congelación de una válvula, esta vez sí ha conseguido lanzarse. Sin embargo, antes de producirse la separación del cohete SuperHeavy, la rotura de la plataforma y el fallo de cinco de sus motores han conducido a un desvío de trayectoria y una explosión de Starship, que ha terminado cayendo en el océano.
En un primer momento, ha sido necesario realizar una detención de la cuenta atrás en los últimos segundos, debida a un problema de presurización y otro en la segunda etapa. Aun así, se consideró que se habían solucionado a tiempo y se hizo el lanzamiento, que no ha conseguido llegar a término. Era algo esperable, por lo que no es una decepción total para SpaceX, que al menos ya ha conseguido llegar más lejos que antes.
En cuanto a los fragmentos, todos han caído al mar, como estaba previsto, por lo que no hay que lamentar heridos ni daños materiales, más allá de los de la propia Starship. Te mostramos a continuación la cronología de pruebas con distintos prototipos:
Por qué Starship es especial y una apuesta absoluta de Elon Musk
Starship es el cohete reutilizable más grande del mundo. Con 120 metros de altura, está siendo diseñado para permitir el transporte de carga y pasajeros hacia la órbita terrestre, la Luna, Marte y más allá.
Podría efectuar una misión en un planeta y, después, recibir combustible de otra nave. Repostaría en pleno espacio. Además, el sistema de propulsión no quedaría varado a la espera de desorbitarse, sino que aterrizaría de forma controlada en la Tierra y podría volver a usarse.
Dado que es un cohete totalmente novedoso y muy avanzado tecnológicamente, no es extraño que los primeros intentos no salgan todo lo bien que podría pensarse. Aun así, lo que ha logrado Starship es una gran noticia para SpaceX. Tras perder parte de la trayectoria, la nave ha aguantado varios segundos haciendo piruetas en el aire, muy cerca del punto Max Q. Este es el punto en el que se maximiza el estrés dinámico al que está sometida una aeronave. Por lo tanto, que haya aguantado ese tiempo, justo en ese punto, muestra que Starship tiene una gran estabilidad.
Lo que está claro es que, con lo que ha sucedido hoy, el ser humano se encuentra un paso más cerca de Marte. Habrá que terminar de perfeccionar la nave, pero los ingenieros están en el buen camino. Quizás, el próximo intento sea el definitivo.