Es inevitable. Dos pesos pesados luchando por la supremacía. Apple y Samsung; Samsung y Apple. Cada cual, con sus virtudes y sus defectos, sus luces y sus sombras.
La verdad que es una pregunta harto compleja. Más que nada porque la revolución china se ha completado y, ahora, se pueden encontrar terminales de altas prestaciones a precios imbatibles, y eso es un valor a tener en cuenta. En anteriores años, todo quedaba relegado a una lucha entre Samsung y Apple, pero ahora acechan rivales para los dos, especialmente duro es Huawei, con un producto como el P20 Pro, que este año sí ha marcado diferencias, sobre todo a nivel fotográfico.
Pero hoy nos vamos a centrar en los actuales buques insignia de referencia en Android y en iOS. Tanto el Galaxy S9 Plus como el nuevo iPhone XS son dispositivos que cualquier geek sueña con tener.
La tecnología OLED es la protagonista en las pantallas
Una cara, la frontal, está prácticamente cubierta por una superficie, la pantalla, con la que interactuar. Aunque con notables diferencias. El Galaxy S9 Plus apuesta por un diseño con bordes curvados que representa ya algo icónico dentro de la familia de la firma surcoreana.
Una idea aprovechada para añadir gestos específicos y accesos directos. Este modelo tiene una pantalla de 6.2 pulgadas con paneles tipo OLED, una tecnología estandarizada entre los móviles más avanzados y que propone una reproducción espectacular compuesta por negros profundos y colores intensos. Samsung lleva muchos años depurando esta pantalla, a la que Apple se subió el pasado año.
En esta temporada los chicos de Cupertino, repiten. El iPhone Xs monta la misma pantalla pero con unas dimensiones menores, de 5.8 pulgadas y una relación de aspecto de 19,5:9 que cubre el 83,4% del frontal, mientras que el Galaxy S9 Plus tiene un ratio de 18,5:9 y la pantalla cubre una cara en un 84,2%.
Son grandes, sí, pero dada su fabricación se logra tener más en menos espacio. Así que son muy compactos. La resolución obtenida también diferente: 2.960 x 1.440 píxeles y densidad 531 puntos por pulgada para el terminal de Samsung; 2.436 x 1.125 píxeles y densidad 458 puntos por pulgada para el de la manzana.
Interfaz gestual y la duda del «notch»
La interfaz gestual que debutó en el iPhone X lo cambió todo. Fue una innovación silenciosa que casi pasa desapercibida, pero que se ha mudado al nuevo modelo como es obvio. Por su parte, el terminal de la «galaxia coreana» peca, en cambio, de necesitar algunos pasos más hasta profundizar y navegar entre aplicaciones.
Otro detalle es la controvertida pestaña superior o notch que sigue presente en el iPhone Xs. Para gustos, los colores, ya se sabe, pero se ha extendido tanto en otros dispositivos a lo largo del año que el valor diferencial ahora se encuentra en el Galaxy S9+.
Como resulta obvio, ambos dispositivos se mueven en mundos distinto en lo referente al software. Android contra iOS, y viceversa. Esto también forma parte de las pasiones de cada consumidor, puesto que cada sistema operativo ofrece algo distinto y tiene una filosofía totalmente radical.
El Galaxy S9 Plus está gobernado por la versión 8.0 Oreo de la plataforma desarrollada por Google, mientras que el nuevo terminal de Apple debutará con iOS 12, que ha introducido algunas mejoras como los «atajos» de Siri.
Interfaz gestual y la duda del notch
A nivel técnico, ambos dispositivos son verdaderos portentos. Por un lado, el iPhone Xs ha introducido el nuevo microprocesador A12 Bionic, que supone un aumento de hasta el 15% respecto a su predecesor.
Mientras, el Galaxy S9 Plus cuenta con el Snapdragon 845, el cerebro de Qualcomm más avanzado hasta la fecha; Exynos 9810 en otras versiones, pero que, igualmente, ofrece un rendimiento top, y más teniendo en cuenta que viene con nada más y nada menos que con 6 GB de memoria RAM.
La cámara siempre en el punto de mira
El concepto cambia entre uno y otro. Así, el Galaxy S9 Plus introdujo un novedoso sistema de apertura variable (F1.5 y F2.4), que se ajusta de manera automática en función de las condiciones ambientales.
Con una doble cámara de 12 Megapíxeles, se optó por una tecnología Dual Pixel para agrandar el tamaño y tener más luz. El resultado, impecable, se aprecia en las imágenes captadas por la noche. También apostó por el modo retrato y el disparo manual.
El iPhone Xs, por contra, ha mantenido en esencia la cámara del pasado año, con lo que nos encontramos con dos lentes de 12 Megapíxeles cada una (gran angular y teleobjetivo con aperturas focales de F1.8 y F2.4, respectivamente).
Adiferencia del pasado año, ha mejorado el software y ha apostado por la inteligencia artificial para intentar captar (habrá que verlo) mejores fotografías.
Además, ha añadido una tecnología llamada HDR inteligente para extender la escala cromática. Ambos terminales tienen las lentes estabilizadas ópticamente y permiten un zoom óptico de dos aumentos.
Almacenamiento para rato
Otro aspecto a tener en cuenta es la capacidad de almacenamiento. El Galaxy S9 Plus llegó antes, hace unos meses, en concreto en marzo, por lo que en aquel momento superar los 64 GB era un buen dato. Dispone de varias configuraciones, de 64, 128 y 256 GB, pero continúa apostando por permitir tarjetas microSD para ampliar el espacio.
Apple sin embargo, no quiere oír hablar de tarjetas microSD, por lo que en esta ocasión ha incrementado los valores hasta los 512 GB. Un guarismo que también se encuentra en otro modelo lanzado recientemente, el Galaxy Note 9, también recomendable a pesar de su enfoque más productivo.
Llega el turno de la batería y de la velocidad de carga
La batería es otro aspecto que siempre hay que tener presente. El terminal de Samsung ha colocado una pila de 3.500 mAh que se extiende a más de día y medio con un modo de ahorro de energía. Además, la recarga es sorprendentemente rápida.
De su rival, el iPhone Xs, solo se sabe que dura media hora más que su predecesor y que, pese a que lo soporta, no viene con cargador ultrarrápido.
Pero más allá de los miliamperios, para lograr una buena autonomía se necesita mucho más que una enorme batería. El procesador y el sistema operativo juegan un papel muy importante, y en este aspecto, los dispositivos con iOS suelen gestionar bastante bien este apartado.
El precio, la clave de todo
Está claro, son dos dispositivos con un precio no apto para todos los bolsillos. Ya sabemos que Apple juega en la liga de los dispositivos premium, y eso significa moverse en el mercado con precios de locura. Como ejemplo, el iPhone Xs Max, con la capacidad máxima, los 512 GB, se llega a los 1.600 euros. Una auténtica locura, así que tendremos que esperar a ver cómo será su acogida en el mercado.
Más fácil nos lo pone Samsung. Sí, su precio en la página web, es de 849 euros para el modelo de 64 GB, y de 1.049 euros para el modelo de 256 GB. Claro, que esto es en la teoría… porque en la práctica, sabemos que se pueden conseguir a un precio mucho más apetecible. Por ejemplo, en Amazon puedes hacerte con uno por unos 726 euros.
¿Cuál me compro?
Con los dos acertarás, compra el que más te guste. Algunos jamás dejarán de usar un iPhone solo por iOS, y otros jamás usarán un iPhone porque no ofrece ni las funciones ni bondades que hay en Android, pero cada cuál tiene un criterio que lo hará inclinarse por uno u otro modelo. Son dos bestias que harán que la experiencia con un dispositivo móvil sea máxima.
Síguenos en Facebook o en Twitter para estar informado de la última hora o si tienes instalado Telegram de nuestro canal oficial para no perderte nada de lo que publicamos.