Ya podemos conocer con todo lujo de detalle a las HTC Vive Flow, las últimas gafas VR de la compañía que llegan con un diseño standalone.
Quizás algunos estéis pensando que llegan preparadas para jugar, pero la idea de la marca es que usemos estas nuevas HTC Vive Flow para practicar la meditación y otros ejercicios de bienestar mental.
Son tan ligeras que no necesitan sujetarse en la cabeza, con las patillas en las orejas es suficiente, como unas gafas normales y corrientes. En sus dos paneles LCD de 2,1 pulgadas ofrecen una una resolución combinada de 3200 x 1600 píxeles (1600 x 1600 píxeles por ojo) con una tasa de refresco de 75 Hz.
Todo ello cobra vida por medio del SoC Qualcomm Snapdragon XR1 unido a 4 GB de memoria RAM junto a 64 GB de almacenamiento interno y un sistema de refrigeración activo para «un rendimiento estable«.
Las especificaciones continúan con un sistema de auriculares en estéreo con soporte de audio espacial, un par de micrófonos con cancelación de ruido (se pueden usar auriculares Bluetooth), integra un sistema de doble cámara para un tracking 6DoF, dispone de conectividad WiFi + Bluetooth 5.0 junto a un puerto USB-C para conectarlas a su batería externa.
La información conocida de las HTC VIVE Flow se completa con un sistema de ajuste de doble bisagra, almohadillas faciales a presión y, lo más llamativo de todo: tiene un enfoque ajustable de hasta -6,0 dioptrías, pesan 189 gramos, puedes ver el smartphone desde las gafas y usarlo como controlador al no incluirlos. Por el momento con teléfonos Android por lo que parece que iOS, se queda fuera de la ecuación.
Su precio en Europa es de 554 €, ya se ha abierto el periodo de pre-compra y todos aquellos que hagan un pedido hasta el 31 de octubre recibirán varios artículos por valor de 110 €: funda de transporte, 7 accesorios no especificados y 2 meses de Viveport Infinity.
HTC también planea ofrecer una suscripción especial a Viveport para Vive Flow, con la que por 5,99 dólares al mes tendremos acceso a una amplia gama de aplicaciones inmersivas que abarcarán el bienestar, el entrenamiento cerebral, la productividad, los juegos ligeros y contenidos exclusivos como una sala Lo-Fi diseñada para que parezca una acogedora cafetería.
Es un enfoque curioso, no pensado para los gamers, pero sí para aquellas personas que busquen usar un visor de este estilo buscando relajarse o entretenerse.