Pasamos a analizar a la todopoderosa Blackberry y uno de sus productos estrella en el pasado. Graves errores en el desarrollo y otros factores la llevaron al fracaso casi desde el principio, y esto condicionó sobremanera la marcha de la propia empresa en los meses siguientes.
Nos retrotraemos hasta el verano del 2011. Todos sabemos del poder que tenía la empresa canadiense Research In Motion (RIM). En el mundo, un 11% de los smartphones vendidos y un 2,9% de los dispositivos móviles en general eran BlackBerry, lo que conviertía a RIM en el cuarto proveedor de OS/Smartphone y en el sexto fabricante de terminales. Pero su entrada en el mundo de los tablets vino marcada por un rotundo fracaso con unas pérdidas económicas muy fuertes (cerca de 500 millones de dólares).
Antes de su salida, ya se mascaba la tragedia. ¿Por qué ha fracasado? ¿Cuáles son las causas? ¿Qué ha fallado?
- Precio muy elevado (500 € la versión más básica), para competir con las estrellas del sector en aquel momento, Ipad (Apple) y Galaxy Tab (Samsung).
- El sistema operativo nació obsoleto y desfasado.
- Algunas de sus funciones necesitaban de otro dispositivo. ¿Una tableta sin correo electrónico, calendario o contactos? ¿Un dispositivo dependiente del teléfono móvil? Si no dispones de un terminal Balckberry no podremos ni siquiera abrir el correo electrónico, esto genera una dependencia importante. Sólo puede sincronizarse con teléfonos Blackberry y no con el resto de dispositivos móviles.
- Diseño para entornos profesionales, mientras que el resto de tabletas apostaban por un diseño pensado para consumidores multimedia.
- Las tres versiones solo disponían de wifi, sin 3G, como si incluían algunos modelos de la competencia. Se sugiere incluir prestaciones que mejorarían el producto, pero no se ejecutan.
- Las expectativas de venta fueron muy optimistas desde el principio y se tuvieron que modificar (de unas 2,4 millones de unidades esperadas inicialmente a entre 800 y 900 mil unidades).
Lo que podía haber supuesto un relanzamiento definitivo de la compañía, supuso en su momento una quiebra casi técnica de una de las empresas más punteras en el sector. Todavía RIM sigue tocada, pero no hundida, y a buen seguro que sus próximos movimientos determinen el puesto que le corresponde.