Apple presentó ayer los flamantes MacBook Pro con TouchBar en modelos de 13 y 15 pulgadas. La consecuencia inmediata es que los MacBook Air serán sustituidos por un MacBook Pro “descafeinado” y solo se venderán mientras queden existencias.
El MacBook Air es un modelo mítico de Apple. Presentado por Steve Jobs en un evento inolvidable, el MacBook Air ha sido un equipo de los más equilibrados y asequibles del catálogo de Apple. Era la opción ideal para aquellos que querían un equipo de calidad, con gran autonomía (hasta 12 horas en una sola carga y un mes en reposo), con excelente portabilidad (ligero y muy fino) y sin grandes necesidades de potencia.
La llegada de los nuevos MacBook Pro ha empujado a Apple a tomar una decisión que no nos hace demasiada gracia. Quizá la solución ideal no pasaba por deshacerse de este genial dispositivo.
¿Y qué esperábamos los medios especializados? Pues un MacBook Air con mejor pantalla, con más procesador, un trackpad más grande y reducción de peso. Pero olvídate, esto ya no pasará…
El primer problema que nos encontramos es que su sustituto es un MacBook Pro que cuesta la friolera de 1.699 euros en su configuración más básica y no incluye TouchBar. Si el MacBook Pro te resulta una alternativa muy cara hay dos opciones: comprar un MacBook de 12 pulgadas que honestamente se hace muy difícil recomendar porque siguen siendo un dispositivo muy lento para su precio o hacer el salto a un iPad Pro, que para muchas personas será una decisión sensata y más barato que adquirir un MacBook Air hoy, inclusive.
Es evidente que el nuevo equipo es mejor desde el punto de vista técnico y de diseño, pero toda la gama sube de precios y se convierten en equipos bastante más caros que su competencia directa.
Quizá ahora sea el mejor momento de hacerse con un Air, porque seguro que en algunas tiendas comenzará a ponerse en oferta para deshacerse de las últimas unidades.