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Apple, la nueva BlackBerry: mientras el mundo gira con IA, Cupertino se peina las canas (y Siri sigue siendo TONTA)

mayo 26, 2025

Mientras el universo tecnológico se convulsiona con avances diarios en Inteligencia Artificial, con Google y Microsoft desatando sus bestias en eventos como el I/O y el Build, y con OpenAI marcando el ritmo de la innovación, hay un gigante que parece observar la fiesta desde la barrera, con una pasmosa y preocupante parsimonia: Apple. La compañía que una vez dictó el futuro con el iPhone, hoy parece más interesada en rediseñar iconos que en subirse al tren de la IA generativa. Y la pregunta que resuena en Silicon Valley (y en los bolsillos de sus inversores) es: ¿Está Apple condenándose a ser la nueva BlackBerry?

La WWDC25 (su conferencia de desarrolladores) arranca el próximo 9 de junio, y todos los rumores apuntan a que el plato fuerte será un rediseño de sus sistemas operativos (iOS 19, macOS 16…), un proyecto con el rimbombante nombre en clave «Solarium». ¿Y la IA? Pues bien, gracias. Se esperan «apenas novedades» significativas. Un tímido avance mientras la competencia ya está en otra galaxia. Mientras esperamos que Apple nos vuele la cabeza con IA, parece que Tim Cook nos va a enseñar un nuevo pack de fondos de pantalla y widgets más bonitos. ¡Emocionante!.

Apple Intelligence y Siri: crónica de una decepción anunciada (y dolorosamente confirmada)

No es que Apple no lo intente (o eso dice). Invirtieron miles de millones para ponerse al día y presentaron su plataforma «Apple Intelligence». ¿El resultado? Una decepción mayúscula: muy limitada en sus capacidades iniciales y con un despliegue tan lento que parece ir a pedales. Esta «cautela» (o lentitud exasperante, según se mire) está empezando a pasar factura, no tanto en lo económico (de momento), pero sí en su reputación como líder innovador. Y la procesión va por dentro: hasta sus propios empleados, según filtraciones, creen que Apple está peligrosamente por detrás en la carrera de la IA.

Pero donde el desastre es más sangrante y visible para cualquier usuario es con Siri. Ese asistente de voz que nació con la promesa de ser nuestro Jarvis particular y que, años después, sigue siendo el cuñado torpe que no entiende nada a la primera. Se suponía que la IA iba a darle superpoderes, pero «sigue en fase de desarrollo» (una forma elegante de decir que sigue siendo igual de inútil). Las promesas del año pasado se las llevó el viento, y analistas de renombre como John Gruber no dudaron en calificar los vídeos conceptuales que usó Apple para vender la moto como «una mierda». El retraso en la mejora sustancial de Siri, ya confirmado por la propia Apple, es la prueba del algodón de que la empresa está en una situación muy preocupante en este segmento.

El fantasma de BlackBerry acecha los pasillos de Cupertino

La situación actual de Apple con la IA recuerda peligrosamente a la de BlackBerry a finales de la primera década de los 2000. La empresa canadiense, junto con Nokia, dominaba el mundo de la telefonía móvil. Cuando Apple presentó el iPhone en 2007, la reacción de BlackBerry fue de una indiferencia sorprendente, casi de soberbia. Lo curioso es que el impacto del iPhone no fue inmediato; de hecho, las ventas de BlackBerry siguieron creciendo y alcanzaron su pico en 2011. A partir de ahí, la caída fue en picado, convirtiéndose en una sombra de lo que fue.

¿Vemos paralelismos? Apple, sobre el papel, sigue yendo como un tiro. Las ventas globales suben, los beneficios son astronómicos y el iPhone, aunque su crecimiento se ha moderado (un tímido 2% en 2024), sigue siendo la gallina de los huevos de oro. Pero esa «transformación silenciosa» hacia servicios y wearables, aunque efectiva económicamente, podría estar enmascarando una incapacidad para generar verdadera disrupción tecnológica como antaño. Hasta ellos mismos han insinuado que ya no buscan «el próximo iPhone», que las «disrupciones están sobrevaloradas». Peligroso conformismo.

Tim Cook bajo presión y la «fuga» de la innovación disruptiva

Como bien señalan en Bloomberg, Apple parece estar viviendo en un mundo legacy, demasiado cómoda con los productos y servicios que le funcionan, pero sin una mirada clara hacia el futuro más rompedor. Y mientras tanto, la innovación de verdad parece estar cociéndose fuera de sus muros. El reciente acuerdo entre Jony Ive (el ex-dios del diseño de Apple) y Sam Altman (CEO de OpenAI) para desarrollar un nuevo dispositivo de hardware de IA es una señal preocupante: la empresa de la que antes esperábamos la próxima gran revolución era Apple. Ahora, esas esperanzas se depositan en OpenAI, Google o Microsoft. Cuando tu ex-gurú del diseño, el que te hizo grande, se va con la competencia directa a inventar el futuro que tú deberías estar liderando, es que algo huele a podrido en la manzana.

Esta aparente incapacidad para reaccionar con agilidad y ambición en el campo de la IA está poniendo el foco en el liderazgo de Tim Cook. En The Wall Street Journal ya analizan cómo al CEO se le acumulan los problemas y cómo su estrategia parece demasiado centrada en exprimir la inercia del iPhone. Pero esa inercia no es eterna. El propio Eddy Cue, uno de los altos ejecutivos de Apple, testificó este mes en el juicio antimonopolio de EEUU contra la compañía y soltó una frase para la historia: «Puede que no necesites un iPhone dentro de 10 años, aunque suene a locura«. Si lo dice uno de dentro…

La oportunidad de Apple: ¿Privacidad y hardware como ases en la manga? (si despiertan de la siesta)

Pero no todo está perdido para Apple. La compañía de Cupertino lleva años presumiendo (y con razón) de su firme apuesta por la privacidad del usuario. Y precisamente ese fue el enfoque principal cuando presentaron Apple Intelligence: una IA más privada, con gran parte del procesamiento ejecutándose en local en el dispositivo, sin necesidad de enviar todos tus datos a la nube. Si Apple logra ponerse al día en cuanto a la capacidad y potencia de su IA, y además mantiene esa promesa de privacidad férrea, tendría algo que, efectivamente, sus competidores (que devoran datos como si no hubiera un mañana) no tienen.

Además, no hay que descartar a Apple en la carrera del hardware. Son maestros en llegar tarde a las revoluciones para luego ganarlas con productos pulidos y un ecosistema imbatible. Quizás su jugada no sea competir en «modelos de lenguaje puros», sino en crear nuevos dispositivos, como esas rumoreadas gafas conectadas, que integren la IA de una forma intuitiva, útil y, sobre todo, privada, reforzando su ecosistema iPhone.

Conclusión Gurú Tecno: Apple, la WWDC25 es TU ÚLTIMA LLAMADA (o casi)

Apple se encuentra en una encrucijada crítica. Su aparente lentitud y falta de ambición visible en el campo de la Inteligencia Artificial son preocupantes y evocan los errores fatales de gigantes tecnológicos del pasado que se durmieron en los laureles. La WWDC25 del próximo 9 de junio es mucho más que una conferencia de desarrolladores; es la gran oportunidad de Apple para demostrar al mundo que tienen un plan, que «Apple Intelligence» es algo más que un eslogan bonito y marketing, y que Siri puede aspirar a ser algo más que un chiste recurrente.

Si no lo hacen, si la IA que presentan es más de lo mismo o llega tarde y mal, el fantasma de BlackBerry podría empezar a sentirse demasiado cómodo en los futuristas pasillos del Apple Park. La inercia del iPhone no durará para siempre, y el tren de la Inteligencia Artificial no espera a nadie, ni siquiera a la manzana más famosa del mundo.

¿Crees que Apple sorprenderá en la WWDC25 con su IA? ¿O estamos asistiendo al principio del fin de su era de innovación? ¡Queremos tu opinión en los comentarios! Y no te despegues de nuestras redes (YouTube, Instagram, Facebook) para la cobertura más completa y «cañera» de la WWDC y todo lo que se mueva en el universo tecnológico.

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