
Parece que en los laboratorios de Leica se han cansado de vivir en el pasado. Si hace unos días analizábamos la revolucionaria (y para muchos, sacrílega) Leica M11-V que sustituirá el telémetro óptico por un visor electrónico, ahora llega una nueva filtración que echa más leña al fuego de la herejía.
Según el medio especializado LeicaRumors, la marca alemana ya está probando los prototipos de la que será la sucesora de la M11, la futura Leica M12. Y la gran bomba es que podría ser la primera cámara de la legendaria serie M en incorporar estabilización de imagen en el cuerpo (IBIS).
Una comodidad moderna para una cámara de la vieja escuela
La ausencia de estabilización en el cuerpo ha sido, históricamente, una de las «señas de identidad» (o de las carencias, según se mire) de la serie M. Era parte de su filosofía purista: una cámara que te obliga a ser un mejor fotógrafo, a controlar tu pulso y a entender la luz.
La inclusión de un sistema IBIS, como el que ya montan sus hermanas de la serie SL, sería un cambio de paradigma total. Permitiría a los usuarios de la M12 disparar a pulso con velocidades de obturación mucho más lentas, facilitando enormemente la fotografía en condiciones de poca luz sin necesidad de subir el ISO. Sería una concesión a la comodidad moderna, una que muchos agradecerán y que otros, los más puristas, verán como una traición.
Rediseño de la interfaz: más pantalla, menos botones
El IBIS no sería la única novedad. Los prototipos de la M12 también apuntan a un rediseño de la parte trasera. La pantalla crecería hasta las 3,9 pulgadas (desde las 3 pulgadas de la M11) y sería táctil, eliminando algunos botones físicos.

Además, se eliminaría el icónico dial de ISO que se introdujo en la M10, para ser sustituido por un segundo dial de control. Son cambios que buscan modernizar la ergonomía y la interacción con la cámara, acercándola más a lo que vemos en otras marcas.
El veredicto del Gurú: la ‘herejía’ necesaria
La posible inclusión de IBIS en la Leica M12, junto a la llegada de una M con visor electrónico, demuestra que en Leica, por fin, han entendido que no pueden vivir eternamente de la nostalgia. Están adaptando su sistema más icónico al siglo XXI, aceptando tecnologías que la industria ya ha estandarizado desde hace años.
Será una decisión polémica, sí. Pero es una decisión valiente y, sobre todo, necesaria. Permitirá que una nueva generación de fotógrafos se acerque a la magia del sistema M sin tener que lidiar con sus frustraciones históricas. Leica está arriesgándose a enfadar a sus clientes más viejos para poder seducir a los del futuro. Y esa, probablemente, es la única forma de que una leyenda de 70 años pueda sobrevivir otros 70.
¿Crees que la estabilización en el cuerpo es una traición a la filosofía de la Leica M? ¿O es una evolución lógica y necesaria? El debate sobre el futuro de la fotografía purista está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.