Al tiempo que todos hablamos sobre Inteligencia Artificial (IA), muchos apasionados de la tecnología, convivimos con una serie de asistentes virtuales que reproducen nuestra canción favorita, sintonizan el servicio de video o canal que nos interesa ver y otros exploramos el potencial de Chat GPT.
Muchos personas han estado usando ChatGPT para manejar tareas complejas como codificar software, redactar propuestas comerciales y escribir ficción. Y ChatGPT, que usa IA para adivinar qué palabra viene a continuación, está mejorando rápidamente. Hace unos meses, no podía escribir un haiku adecuado; ahora puede hacerlo sin problemas. El martes, OpenAI presentó su IA de próxima generación, GPT-4, que impulsa ChatGPT.
Los asistentes personales de voz, en segundo plano frente a ChatGPT
Las inteligencias artificiales generativas van a tener un papel muy importante en el presente y en el futuro más próximo, o al menos esa es la impresión que se se tiene ahora mismo. Y asistentes personales como el de Google, Alexa, Cortana y Siri, han quedado en un segundo plano muy evidente.
Por lo general, estos asistentes dependen de una enorme base de datos de palabras y datos que cada vez cuesta más mantener. A veces, se tarda hasta un año para actualizar algo, pero es imposible en estos momentos que estos asistentes personales consigan una creatividad como la de ChatGPT con su estructura actual.
Ante este panorama, empresas como Apple ya están estudiando concienzudamente modelos de IA como ChatGPT para ver cómo poder abordarlos bajo la propia marca de la empresa. Muchos ingenieros de Apple, sobre todo los miembros del equipo responsable de Siri, revisan cada semana ejemplos de esos motores. La mala noticia, es que se sigue hablando de estudio y revisión pero no de desarrollo.
Pasará mucho tiempo antes de ver una IA en Apple o Android, o una evolución de los actuales asistentes personales, que trabajen de forma similar a ChatGPT. En este aspecto, OpenAI y Microsoft han conseguido dar un paso enorme antes que nadie y eso puede suponer una ventaja grande para ellos. Bill Gates lo ha tenido muy claro desde el principio, y esta clara apuesta inicial se antoja un abismo en el campo de la tecnología.
Imagen de la portada | Pixabay