Los nuevos chips de Apple traen grandes mejoras en la GPU, que incluye una innovadora técnica de localización de memoria dinámica y técnicas avanzadas de renderización por hardware.
Para comenzar, el proceso de fabricación, pionero en la industria, ya que se trata de fabricación en 3 nanómetros, lo que permite una eficiencia en consumo de energía y potencia sin precedentes. Por primera vez, Apple ha presentado la familia al completo de este procesador, es decir: M3, M3 Pro y M3 Max.
Los M3 son ya de por si un punto de partida potente. Si nos detenemos en el modelo base de la familia, Apple nos ofrece un SoC (System on Chip) que puede contener hasta 24GB de memoria RAM unificada, con 8 núcleos: 4 de eficiencia y 4 de rendimiento – siendo un 35% y un 20% más rápidos que los M1 y M2, respectivamente.
Pasando a los modelos M3 Pro, pueden contener hasta 36 GB de memoria unificada, con 12 núcleos divididos en 6 de eficiencia y 6 de rendimiento. Con las mejoras en la GPU que incorpora la familia M3, llegan a ser hasta un 40% más rápido que los M1 Pro y un 10% más rápido que los M2 Pro.
En el chip M3 Max, el número de transistores alcanza los 92.000 millones, llevando el rendimiento al siguiente nivel. La GPU de 40 núcleos es hasta un 50 % más rápida que en el chip M1 Max y admite hasta 128 GB de memoria unificada, lo que permite a los desarrolladores de apps de inteligencia artificial utilizar modelos de transformación con miles de millones de parámetros.
La CPU de 16 núcleos cuenta con 12 núcleos de rendimiento y 4 de eficiencia, y alcanza velocidades de procesamiento hasta un 80 % superiores a las del chip M1 Max. Y gracias a los dos motores ProRes, el M3 Max consigue que hasta las tareas de posproducción de vídeo con mayor resolución sean rápidas y fluidas, tanto en DaVinci Resolve como en Adobe Premiere Pro o Final Cut Pro. El chip M3 Max se ha diseñado para los profesionales que buscan el mayor rendimiento posible en un MacBook Pro con la mayor autonomía del mercado.
