
En el glamuroso y despiadado mundo de la bolsa, a veces se producen situaciones que desafían toda lógica. Y la que está viviendo Porsche es, probablemente, una de las más flagrantes y, para el inversor avispado, más jugosas del momento. Mientras su archirrival, Ferrari, cotiza a múltiplos estratosféricos, como si fuera una marca de lujo tipo Hermès, Porsche, que genera un flujo de caja cinco veces mayor, está valorada a un precio que roza el insulto, a precio de derribo.
¿Se ha vuelto loco el mercado? ¿Hay algo que no estamos viendo? ¿O estamos, simplemente, ante la oportunidad de comprar una de las mejores y más rentables compañías del mundo a precio de saldo? En Gurú Tecno, vamos a analizar esta brutal paradoja.
El contexto: la tormenta perfecta que azota a la industria europea
Para entender por qué el mercado está castigando a Porsche, primero hay que entender que toda la industria automotriz europea está en el ojo del huracán.
- Competencia china: Una avalancha de marcas chinas está reventando el mercado del coche eléctrico con productos de calidad y precios agresivos.
- Errores estratégicos: Las regulaciones europeas, como la prohibición de la combustión para 2035, han forzado a las marcas a una transición eléctrica precipitada y, a menudo, torpe. Porsche, por ejemplo, cometió el error garrafal de hacer el nuevo Macan 100% eléctrico, un coche que no está teniendo la demanda esperada y que les ha obligado a seguir vendiendo el modelo de combustión antiguo.
- Naturaleza cíclica: La venta de coches es muy sensible a las crisis económicas. Si viene una recesión, la gente deja de comprar coches, y las acciones de estas empresas se desploman.

El mercado, en su infinita simpleza, ha metido a todas las marcas europeas en el mismo saco de «empresas cíclicas y en problemas», y las ha castigado por igual. Y ahí es donde se esconde la oportunidad.
La paradoja: Porsche NO es un fabricante de coches, es una máquina de hacer dinero (como Ferrari)
El gran error del mercado es valorar a Porsche como si fuera Volkswagen o Renault. Porsche no es eso. Porsche tiene dos almas: una parte de su negocio es «premium» (con los Macan y Cayenne), pero la otra, la que de verdad importa, es de superlujo, al nivel de Ferrari.
Y la joya de la corona de ese negocio de lujo tiene un nombre: 911.
- El Porsche 911 representa solo el 15% de las ventas en unidades, pero genera casi el 30% de los ingresos y probablemente el 40% del margen operativo de toda la compañía.
- El precio medio de un 911 es de 170.000-180.000 euros, mientras que el del resto de la gama es de 100.000-110.000 euros.

El 911 no es un coche. Es un icono, un activo que se revaloriza, un objeto de deseo que lleva 60 años evolucionando sin perder su esencia. Es el producto que le da a Porsche el poder de fijación de precios y los márgenes de beneficio que ya quisiera para sí cualquier otra marca ‘premium’.
La humillación de la bolsa: 5 veces menos valor que Ferrari, 5 veces más beneficios
Y aquí viene la cifra que es un auténtico escándalo, la que demuestra que el mercado no se está enterando de nada:
- Ferrari cotiza a 25 veces su EBITDA (beneficio bruto). Porsche cotiza a solo 5 veces.
- Ferrari tiene una capitalización bursátil de 75.000-80.000 millones de euros generando 1.000 millones de flujo de caja. Porsche, que en 2023-2024 generó 5.000 millones de flujo de caja, ¡vale en bolsa solo 39.000 millones!

Es una locura. Porsche genera cinco veces más dinero contante y sonante que Ferrari, y el mercado dice que vale la mitad. No hay ninguna justificación lógica para semejante diferencia de valoración. La diferencia de calidad y de marca entre ambas no es, ni de lejos, tan grande.
Conclusión Gurú Tecno: una oportunidad de compra histórica (si Porsche deja de hacer el tonto)
El mercado está castigando a Porsche por sus errores en la estrategia eléctrica y por meterla en el saco de una industria en problemas. Y es cierto que han cometido errores. La recomendación es clara: Porsche debería dejarse de experimentos, centrarse en su negocio de lujo y combustión, y potenciar hasta el infinito el icono que es el 911.
Pero incluso con esos errores, la valoración actual de la compañía es un auténtico regalo. Es una oportunidad de comprar una de las marcas más icónicas y rentables del mundo a un precio de derribo, simplemente porque el mercado está en modo pánico.

En Gurú Tecno lo vemos claro. El mercado está cometiendo un error de cálculo histórico con Porsche. Están valorando a una marca de lujo como si fuera una empresa industrial en decadencia. Y eso, para el inversor que sepa ver más allá del ruido, puede ser la oportunidad de su vida. El tiempo, como siempre, pondrá a cada uno en su sitio. Y el sitio de Porsche no es, desde luego, el de una empresa barata.
¿Crees que el mercado está infravalorando a Porsche? ¿O tienen razón en castigarla por sus errores? ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTube, Instagram y Facebook.