
Cuando creías que la guerra de los navegadores había terminado con la victoria aplastante de Google Chrome, llega OpenAI y decide lanzar una bomba atómica en mitad del campo de batalla. Según un potente rumor de la agencia Reuters, la compañía de Sam Altman está puliendo los últimos detalles para lanzar su primer navegador web impulsado por Inteligencia Artificial, en el que será el ataque más directo y brutal a la yugular del negocio de Google que hemos visto en una década.
Pero que no te engañe la promesa de un futuro de IA utópica. La estrategia de OpenAI es tan brillante como cínica: para competir con Google, van a jugar su mismo juego, usando una herramienta gratuita para aprovechar los datos de los usuarios y, en un futuro cercano, ofrecer publicidad dirigida.
Se acabó la diplomacia. OpenAI se quita la careta de ONG tecnológica y se lanza a la conquista del territorio más valioso de internet: el navegador. Y para ello, no van a dudar en usar las mismas armas que su archienemigo.
Un navegador con el cerebro de ChatGPT y el cuerpo de Chrome
La propuesta de OpenAI es tan inteligente como pragmática. No van a reinventar la rueda, porque saben que eso sería un suicidio.
- Base Chromium: El navegador se apoyará en Chromium, el motor de código abierto que utiliza el propio Chrome, Microsoft Edge y muchos otros. ¿Qué significa esto? Que será compatible con todas las páginas web y con todas las extensiones que ya usas y amas.
- Cerebro de IA: La gran diferencia estará en su «alma». La interfaz será similar a la de ChatGPT y su principal baza serán los agentes de IA. Podrás pedirle a tu navegador, con lenguaje natural, que realice tareas complejas por ti: rellenar formularios, reservar citas, comparar productos entre varias webs, planificar un viaje…
Imagina decirle a tu navegador: ‘Busca vuelos a Roma para el último fin de semana de agosto, encuentra un hotel de 4 estrellas cerca del Coliseo con buenas críticas y resérvame una mesa para dos en una trattoria auténtica para el sábado por la noche‘. Y que lo haga todo solo. Ese es el futuro que promete OpenAI.
La ironía definitiva: OpenAI se convierte en el nuevo Google (y tú vuelves a ser el producto)
Y aquí viene el giro de guion más «cañero» y polémico de esta historia. Lejos de proponer un modelo basado en la privacidad, OpenAI parece dispuesta a copiar la estrategia que hizo de oro a Google. Según las fuentes, planean aprovecharse de los datos de los usuarios y de sus interacciones con la web para, no solo mejorar sus servicios de IA, sino para construir su propio y gigantesco negocio de publicidad dirigida.

La compañía de Sam Altman, que nació con un aura de investigación altruista, parece haber aprendido muy bien la lección de su rival: si quieres ser un gigante multimillonario, los datos de tus usuarios son el petróleo. El mensaje es claro: te damos una IA increíblemente útil gratis, y a cambio, nos quedamos con tu alma digital para vendérsela a los anunciantes. El ‘Don’t be evil’ ha durado poco en la sede de OpenAI.
La estrategia: robarle a Google el trozo más grande (y rentable) del pastel
Este movimiento es una declaración de guerra total porque ataca el corazón del imperio de Google. El navegador es la puerta de entrada a internet, y quien controla esa puerta, controla el flujo de usuarios, los datos y, en última instancia, la publicidad.
OpenAI ya intentó jugar con Google. Como se reveló hace meses, estuvieron interesados en comprar Chrome y contactaron a Google para integrar su buscador en ChatGPT, pero los de Mountain View se negaron. «Como Google no les quiso abrir la puerta del castillo, han decidido construir su propio ariete para derribarla.»
Conclusión Gurú Tecno: empieza la segunda gran guerra de los navegadores
El inminente lanzamiento del navegador de OpenAI marca el inicio de una nueva era. La primera guerra de los navegadores fue por la velocidad y los estándares. Esta segunda gran guerra se librará en el campo de la Inteligencia Artificial.
Estamos ante un movimiento increíblemente audaz que busca arrebatarle a Google el control de la puerta de entrada a la web. La propuesta de un navegador con agentes de IA capaces de automatizar nuestras vidas es espectacularmente atractiva. Pero el precio a pagar, una vez más, parece ser nuestra privacidad.
OpenAI viene a por todas, con un ‘caballo de Troya’ que parece un navegador normal pero que es un asistente personal con un potencial brutal. La pregunta ya no es si podrán competir con Chrome. La pregunta es si estamos dispuestos a entregarle las llaves de nuestra vida online a otro gigante tecnológico a cambio de un poco de comodidad. Bienvenidos a la guerra de la IA. Y va a ser sangrienta.
¿Usarías un navegador de OpenAI si fuera más inteligente que Chrome, aunque usara tus datos para publicidad? ¡El debate está servido! Te leemos en los comentarios. Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTube, Instagram y Facebook.