
El veto impuesto a TikTok por la administración de Donald Trump fue un episodio significativo en la relación entre Estados Unidos y las plataformas tecnológicas chinas. El 6 de agosto de 2020, en su primer mandato, Trump firmó una orden ejecutiva que prohibía el uso de TikTok, argumentando que la aplicación representaba un riesgo para la seguridad nacional. La administración sostenía que la recopilación de datos por parte de TikTok podía ser aprovechada por el gobierno chino, poniendo en riesgo la privacidad y seguridad de los usuarios estadounidenses. Sin embargo, en octubre de 2020, dos tribunales federales anularon la orden ejecutiva, ya que concluyeron que algunos aspectos de las restricciones excedían la autoridad del presidente. Un mes después, Trump perdió las elecciones contra Biden y sus planes de prohibición se vieron paralizados. En diciembre de 2022, con Biden como presidente, se prohibió el uso de la red social en dispositivos gubernamentales. En mayo de 2023, el estado de Montana intentó bloquear la aplicación a través de una ley aprobada en mayo de 2023, que posteriormente fue paralizada en noviembre de ese mismo año.
Pero todo dio un giro de 180º. En marzo de 2024, durante la segunda campaña presidencial de Trump, la opinión sobre TikTok parecía haber cambiado por completo. El 4 de septiembre, publicó un vídeo en Truth Social que decía: “Para todos aquellos que quieren salvar Tik Tok en Estados Unidos, ¡voten por Trump! (sic)”.
El 27 de diciembre, Trump presentó un escrito ante la Corte Suprema pidiendo a los jueces que suspendieran la fecha de la prohibición para permitir que su administración negociara una solución. El 19 de enero, Trump dijo que “probablemente” concedería a TikTok una prórroga de 90 días para evitar su prohibición en Estados Unidos. TikTok se verá obligado a cerrar el 19 de enero, pero la realidad es que TikTok no estuvo disponible durante unas horas para los usuarios estadounidenses, hasta que Trump anunció la orden ejecutiva que la red social agradeció.
Trump como ‘Salvador de TikTok’
Una de las razones detrás de este cambio es la popularidad de TikTok entre los jóvenes votantes, un demográfico clave en cualquier elección. La plataforma ha sido instrumental para la difusión de contenido cultural, desde bailes virales hasta movimientos sociales. Al abrazar TikTok, Trump no solo se reconecta con una audiencia que compone una porción significativa del electorado, sino que también busca desviar la narrativa negativa que surgió en torno a su administración en relación con la compañía.
Además, el cambio en la postura de Trump se puede entender a la luz de las relaciones entre Estados Unidos y China. Mientras que la administración previa había adoptado un enfoque agresivo hacia el gigante asiático, el salvamento de TikTok podría interpretarse como un intento de restablecer un camino hacia la cooperación y el diálogo. Este enfoque beneficia tanto al expresidente, que se muestra flexible y adaptativo, como a TikTok, que asegura su permanencia en un mercado clave. En este contexto, la narrativa se transforma; de ser vista como una amenaza, TikTok se convierte en un aliado potencial en la construcción de una relación más matizada con China y los votantes estadounidenses.

Propuestas para el futuro de TikTok
En un mitin realizado el 20 de enero, abordó su nueva solución para el problema: “Vamos a hacer que los Estados Unidos de América sean dueños del 50% de TikTok”. Trump explicó que la idea es hacer “un negocio mancomunado”.
El futuro de TikTok en Estados Unidos ha despertado un considerable interés tras el levantamiento del veto por parte del expresidente Trump. Una de las propuestas más prominentes sugiere que una parte significativa de la empresa podría ser adquirida por una compañía estadounidense, lo que podría, en teoría, mitigar las preocupaciones de seguridad nacional. Esta medida no solo busca tranquilizar a los usuarios y regular la aplicación, sino también fortalece el control de la información en un mercado que ha crecido de manera exponencial.
En este contexto, Trump ha establecido un marco temporal de 90 días dentro del cual las partes interesadas deberán llegar a un acuerdo que asegure la operatividad de TikTok en el país. Durante este período, tanto las empresas como los reguladores están llamados a discutir soluciones efectivas que potencialmente podrían incluir la creación de una joint venture, donde una firma estadounidense se asociaría con TikTok para formar una entidad más controlada y segura. Esto podría, conforme a lo propuesto, incluir prácticas de transparencia en el manejo de datos y accesibilidad a la infraestructura tecnológica.
No obstante, las inquietudes sobre la seguridad de los datos continúan siendo un tema crítico. Las conexiones de TikTok con el gobierno chino generan un debate sobre la privacidad de los usuarios y el uso de datos sensibles. Las posibles soluciones deberán, por tanto, abordar estas preocupaciones en profundidad, garantizando la integridad de la información y el cumplimiento de estrictas normativas en materia de ciberseguridad. Cada propuesta futura deberá equilibrar la necesidad de innovación y la protección de datos de los usuarios frente a potenciales riesgos asociados. Así, el diálogo entre empresas y gobiernos será esencial para establecer un marco que permita la continuidad de esta popular plataforma en un entorno seguro.
Impacto en los usuarios y el mercado
El levantamiento del veto a TikTok en Estados Unidos ha generado un notable impacto tanto a nivel sociocultural como comercial. Para los usuarios, el regreso de TikTok representa una oportunidad para reconectar con una plataforma que se había convertido en un fenómeno global, donde millones de personas comparten videos creativos y tendencias culturales. Las reacciones han sido diversas; muchos usuarios expresan su entusiasmo y alivio por la restauración de acceso a la aplicación, mientras que otros se muestran cautelosos, considerando las implicaciones de seguridad y privacidad que llevaron al veto inicial.
A pesar de la reanudación del servicio, algunos usuarios aún enfrentan dificultades para descargar la aplicación, ya que los cambios en las políticas de app store y las restricciones regionales pueden complicar el acceso. Estas barreras podrían resultar en una transición más lenta hacia el uso masivo de TikTok una vez más. Sin embargo, la expectación es palpable, especialmente entre los creadores de contenido que dependen de la plataforma para su visibilidad y monetización. El levantamiento del veto también es visto como un impulso necesario, que podría llevar a una revitalización del mercado de aplicaciones en general.
Desde una perspectiva comercial, la decisión de Trump de levantar el veto podría influenciar la competencia dentro del sector de las redes sociales. TikTok ha demostrado ser un competidor formidable frente a otras plataformas como Instagram y YouTube, y su regreso podría cambiar la dinámica del mercado, obligando a estas plataformas a innovar y adaptar sus estrategias. A medida que el entorno digital evoluciona, será fundamental observar cómo la competencia reaccionará a la reintegración de TikTok en el ámbito digital estadounidense.