La serie «FE» (Fan Edition) de Samsung siempre ha sido una genialidad del marketing. La idea: coger la esencia de sus buques insignia de la serie S, hacer un par de recortes inteligentes para abaratar costes, y lanzar un flagship killer con una relación calidad-precio imbatible. Un producto para los fans que no quieren pagar el sobreprecio de la gama más alta.
Pero parece que con el nuevo Galaxy S25 FE, a Samsung se le ha ido la mano con las mejoras. Una nueva filtración masiva, proveniente del sitio holandés NieuweMobiel.nl que ha encontrado el producto en la web de MediaMarkt Portugal, nos muestra un teléfono que ya no es un «casi» buque insignia. Es un buque insignia con todas las letras, con una mejora clave que lo pone en curso de colisión directa con su hermano mayor, el Galaxy S25+.
La revolución de los 45 vatios y una batería casi ‘Plus’
Aquí está la bomba. La mejora más brutal y estratégica del S25 FE es la velocidad de carga. Samsung por fin ha decidido darle la carga rápida de 45W, la misma que hasta ahora reservaba para sus modelos Ultra y Plus. Se acabó el tener que esperar una hora y media para cargar el «móvil de los fans». Es un salto de gigante desde los mediocres 25W de la generación anterior.
Esta carga más rápida alimentará una batería que también crece hasta los 4.900 mAh, una cifra casi idéntica a la del S25+. Es una combinación de autonomía y velocidad de recarga que lo convierte en una auténtica bestia para el día a día.
Un corazón Exynos y una cámara que cumple
El motor de la bestia será el chip de la casa, el Exynos 2400. Es el mismo procesador que montan los S25 y S25+ en Europa, por lo que en rendimiento, no habrá apenas diferencias. En el apartado fotográfico, Samsung mantiene una fórmula que funciona: sensor principal de 50MP con estabilización óptica, un buen ultra gran angular de 12MP y un teleobjetivo de 8MP con zoom óptico 3x. No es el sistema más potente del catálogo, pero es un sistema de triple cámara versátil y muy solvente.
¿Para qué comprar un S25+? La canibalización es real
Con esta hoja de especificaciones, Samsung ha creado un monstruo. Y, a la vez, se ha creado un problema. El Galaxy S25 FE es tan increíblemente bueno que la pregunta es inevitable: ¿qué sentido tiene ahora comprarse un Galaxy S25+? El S25 FE tendrá el mismo procesador, prácticamente la misma pantalla, la misma carga rápida y una batería casi idéntica, todo ello a un precio que será, previsiblemente, 200 o 300 euros más barato. Samsung, en su afán por crear el «flagship killer» perfecto, podría haber matado a su propio buque insignia.
¿Crees que Samsung ha hecho al S25 FE demasiado bueno? ¿Te comprarías este modelo antes que un S25+? La batalla por el mejor móvil de gama alta está servida. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.