El futuro (o una versión algo torpe y lenta de él) acaba de darse una carrerita por Pekín. Sí, has leído bien: robots humanoides han ‘competido’ por primera vez en la Media Maratón de la capital china. Un hito tecnológico, gritan los titulares optimistas. Un espectáculo curioso, pero con matices, pensamos desde Gurú Tecno. Porque sí, los cacharros llegaron a la meta… pero a un ritmo que haría bostezar a un caracol con resaca. ¿Avance real o puro circo tecnológico? Analicémoslo.
Los hechos (sin anestesia)
En el marco del Zhongguancun Forum (ZGC Forum), un evento de esos donde se juntan los popes de la IA y la tecnología para hablar de sus cosas, a alguien se le ocurrió la brillante idea de poner a unos cuantos robots humanoides a sudar aceite en la Media Maratón de Pekín. El objetivo: demostrar al mundo lo avanzados que están estos bípedos metálicos en tareas de «propósito general» y resistencia.
El protagonista de la jornada fue el Unitree H1, un humanoide que ya habíamos visto haciendo alguna que otra pirueta en vídeos virales. Este campeón de hojalata consiguió la «proeza» de completar los 21 kilómetros del recorrido. ¿El tiempo? Agárrate: 3 horas, 29 minutos y segundos eternos. Para ponerlo en perspectiva, los atletas humanos de élite se ventilan esa distancia en poco más de una hora. Vamos, que el H1 llegó cuando los keniatas ya se habían duchado, comido y estaban pensando en la siesta.
No fue el único participante metálico. Otro robot, el Tiangong, también hizo acto de presencia, aunque parece que se rajó antes y solo corrió 1 kilómetro, eso sí, a un ritmo algo más «vivo» (dentro de lo que cabe) de 7,5 minutos el kilómetro.
¿Por qué este circo robótico? La parte técnica
Vale, más allá de la anécdota y del tiempo ridículo, ¿qué demuestra esto?
- Resistencia y eficiencia energética: Hacer que un bicho de estos ande (o trote) durante más de 3 horas seguidas sin freírse o quedarse sin batería es un desafío técnico considerable. Demuestra avances en gestión de energía y durabilidad de los componentes.
- Estabilidad y navegación: Correr en un entorno real, no en un laboratorio impoluto, implica sortear irregularidades del terreno, mantener el equilibrio dinámico y, potencialmente, evitar obstáculos (aunque no sabemos si les dejaron un carril VIP o tuvieron que esquivar corredores domingueros). Esto pone a prueba los algoritmos de control y percepción del robot.
- Showcase tecnológico: Seamos sinceros, esto es en gran parte un escaparate. China (y empresas como Unitree) quieren posicionarse a la vanguardia de la robótica humanoide, y qué mejor manera que un evento mediático como una maratón. Es un mensaje claro: «Mirad lo que somos capaces de hacer».
El veredicto ácido de Gurú Tecno
A ver, que nadie nos malinterprete: conseguir que un robot humanoide complete una media maratón es un logro de ingeniería impresionante. Hace unos pocos años, esto era impensable. Demuestra que la robótica avanza a pasos agigantados (aunque sean pasos lentos, en este caso).
PERO... Seamos críticos. ¿Es esto realmente útil AHORA MISMO? Más allá del titular y la foto curiosa, la aplicación práctica de un robot que corre a 8 minutos el kilómetro es… cero. Es lento, probablemente carísimo y consume una barbaridad de energía comparado con cualquier humano haciendo lo mismo.
Esto huele más a PR Stunt (maniobra publicitaria) que a una demostración de capacidades realmente revolucionarias para el día a día. Es como enseñar un coche que vuela pero que solo puede hacerlo 5 minutos y a 10 metros de altura. Curioso, sí. Práctico, nada de nada.
¿El futuro son robots maratonianos?
Probablemente no necesitemos robots que ganen medallas olímpicas (aunque tiempo al tiempo). El objetivo real de estos desarrollos es crear máquinas capaces de operar en entornos humanos, realizando tareas diversas: logística en almacenes, asistencia en entornos peligrosos, cuidado de personas, exploración… y para eso, necesitan poder moverse de forma estable, eficiente y durante largos periodos.
La maratón de Pekín es un test extremo, un hito simbólico en ese camino. Hoy tardan 3 horas y media. ¿Cuánto tardarán dentro de 5 o 10 años? ¿Llegarán a superar a los humanos? La velocidad de progreso en IA y robótica es vertiginosa.
Los robots humanoides han corrido (es un decir) en Pekín. Un paso más, lento pero firme, hacia un futuro donde estas máquinas serán parte de nuestro paisaje. Hoy nos reímos (un poco) de su lentitud, pero no perdamos de vista la tendencia. El avance es real. La pregunta no es si llegarán a ser capaces, sino cuándo y para qué los usaremos realmente. De momento, parece que para generar titulares y alimentar el hype tecnológico, van sobrados.
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