
Fin de una década. Porsche ha anunciado un terremoto en su cúpula directiva: Oliver Blume, CEO de la marca durante 10 años, dejará el cargo y será reemplazado por Michael Leiters, ex director ejecutivo de McLaren y ex responsable de tecnología en Ferrari. El cambio será efectivo el 1 de enero de 2026, según confirmó la propia compañía.
Blume seguirá al frente de Volkswagen Group, su empresa matriz, pero abandonará la gestión directa de Porsche, terminando con su polémico doble rol que, según los analistas, le restaba foco en ambos frentes.
Un relevo obligado por los números
La decisión llega en un momento complicado para la marca de Stuttgart. Desde su salida a bolsa en 2022, las acciones de Porsche se han desplomado más del 50%, mientras que las de Volkswagen han caído casi un 30%. A esto se suman ventas flojas en China, un avance insuficiente en electrificación y advertencias de beneficios que no dejan bien parada a la marca.

Los inversores han perdido la paciencia, y dentro del grupo la tensión era evidente. Daniela Cavallo, presidenta del Comité de Empresa de Volkswagen, fue tajante hace unas semanas: “Un director ejecutivo no puede ser jefe a tiempo parcial en Wolfsburg mientras pasa el resto de su tiempo en Porsche. Esta situación debe terminar.”
Y terminó. El Consejo de Supervisión de Porsche agradeció públicamente a Blume por su década al mando, pero en realidad, la presión interna y externa aceleró su salida.
Michael Leiters: el regreso del ingeniero que entiende el ADN Porsche
El elegido para tomar el timón es Michael Leiters, ingeniero alemán con un currículum que impone respeto. Trabajó en Porsche entre 2000 y 2013, donde participó en el desarrollo del Cayenne híbrido de primera generación. Luego pasó por Ferrari como Chief Technology Officer (CTO), donde lideró el desarrollo de joyas como el SF90 Stradale y el 296 GTB, ambos superdeportivos híbridos. En 2022, asumió como CEO de McLaren, impulsando una transición hacia modelos electrificados sin perder el ADN racing.

Ahora vuelve a casa, con la misión de redefinir el futuro eléctrico de Porsche sin diluir su esencia deportiva. Y si alguien puede hacerlo, es él.
Porsche necesita recuperar su chispa eléctrica
El cambio de liderazgo llega justo cuando Porsche debería estar liderando la revolución eléctrica del segmento premium, pero Tesla, Lucid e incluso BMW i están adelantando por la derecha. Modelos como el Taycan marcaron el camino, pero las actualizaciones y nuevos lanzamientos eléctricos se han retrasado, afectando la percepción de innovación de la marca.
Con Leiters al mando, se espera una reorientación técnica agresiva, con foco en rendimiento, ingeniería y rentabilidad. El reto no es solo electrificar, sino hacerlo sin perder el alma Porsche. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.