Saltar al contenido

La autopsia de la BESTIA: análisis a fondo del NVIDIA Blackwell Ultra GB300, el chip que está forjando el futuro de la IA

agosto 25, 2025

En la cima de la pirámide tecnológica, en el pináculo del poder computacional, hay un rey indiscutible: NVIDIA. Y su última creación, el acelerador de IA Blackwell Ultra GB300, no es simplemente un chip más rápido. Es una obra de ingeniería tan demencial, tan absurdamente potente, que redefine los límites de lo posible. Es el motor que impulsará la próxima generación de inteligencia artificial, desde los modelos de lenguaje que superarán a GPT-5 hasta los descubrimientos científicos que cambiarán nuestras vidas.

Olvídate de las tarjetas gráficas que tienes en tu PC. Esto es otra galaxia. Es una pieza de silicio que cuesta más que un superdeportivo y consume la energía de un pequeño pueblo. Y hoy, en Gurú Tecno, vamos a realizarle una autopsia, a desgranar cada uno de sus secretos para entender por qué este chip es, sin lugar a dudas, el objeto tecnológico más importante del planeta.

El truco de la máscara dual: dos cerebros en un solo cuerpo

La primera genialidad del GB300 es un truco de fabricación que roza la brujería. Los chips de IA son tan grandes y complejos que han llegado al límite físico de lo que se puede fabricar de una sola pieza (el «límite de la retícula»). ¿La solución de NVIDIA? No fabricar un solo chip gigante, sino fabricar dos y unirlos de una forma tan perfecta que funcionen como si fueran uno solo.

Este diseño de «máscara dual» utiliza una interconexión de alta velocidad llamada NV-HBI (NVIDIA High Bandwidth Interface) que une los dos chips con un ancho de banda de 10 TB/s. Es una autopista de datos tan increíblemente rápida que los dos «cerebros» se comunican sin latencia, como si fueran uno. Gracias a esto, pueden empaquetar 208 mil millones de transistores en un solo procesador, fabricado en el proceso 4NP personalizado de TSMC.

El músculo: 20.480 núcleos CUDA y la quinta generación de Tensor Cores

Una vez unidos los dos cerebros, toca llenarlos de músculo. El GB300 cuenta con un total de 160 multiprocesadores de streaming (SM), que albergan un ejército de núcleos:

  • 20.480 núcleos CUDA: Son los caballos de batalla, los que se encargan del trabajo de computación en paralelo.
  • 640 Tensor Cores de 5ª Generación: Y aquí está la salsa secreta para la IA. Los Tensor Cores son núcleos especializados, diseñados específicamente para las operaciones matemáticas que utilizan los modelos de inteligencia artificial (las operaciones con matrices). Esta quinta generación es aún más eficiente y rápida, especialmente en formatos de baja precisión como el FP4, permitiendo al GB300 alcanzar un rendimiento teórico de 1,1 ExaFLOPS en inferencia de IA.

La sangre del sistema: 288 GB de memoria HBM3e a 8 TB/s

Toda esa potencia de cálculo no serviría de nada si el chip no tuviera datos para procesar. Y el GB300 nada en un océano de memoria ultrarrápida. Está equipado con 288 GB de memoria de vídeo HBM3e, una mejora masiva sobre los 192 GB de su hermano pequeño, el GB200, y los 141 GB del H200 de la generación anterior.

Pero lo más importante no es la cantidad, es la velocidad. Gracias a una interfaz de memoria de 8192 bits, el ancho de banda total alcanza los 8 TB/s. Es una cifra tan absurdamente alta que es difícil de comprender. Permite que el chip mueva datos desde la memoria a los núcleos de procesamiento a una velocidad sin precedentes, eliminando los cuellos de botella y permitiendo ejecutar modelos de IA de más de 300 mil millones de parámetros con una eficiencia espectacular.

La red neuronal: NVLink de 5ª Generación para crear superordenadores

Un solo GB300 es una bestia. Pero la verdadera estrategia de NVIDIA es conectarlos para crear superordenadores. Aquí es donde entra en juego el NVLink de quinta generación. Cada GPU cuenta con una interconexión que ofrece un ancho de banda bidireccional de 1,8 TB/s, permitiendo conectar hasta 576 GPUs para que trabajen como un único y gigantesco cerebro.

Este es el pilar del sistema GB300 NVL72, un rack que combina 72 de estas GPUs con 36 CPUs Grace de ARM, creando un superordenador refrigerado por líquido en un solo armario, listo para entrenar los modelos de IA más grandes del futuro.

El cerebro que forja el futuro

El Blackwell Ultra GB300 no es una simple tarjeta gráfica. Es la materialización de una década de investigación y una apuesta de miles de millones de dólares. Es una pieza de hardware que no se medirá por los fotogramas por segundo que puede generar en un videojuego, sino por los descubrimientos científicos que permitirá, los nuevos fármacos que ayudará a diseñar o las nuevas formas de inteligencia artificial que nacerán de su poder.

NVIDIA ha creado una máquina que no solo lidera el mercado, sino que lo define. Y con la hoja de ruta de la serie Rubin ya en marcha, su dominio en la era de la inteligencia artificial parece, a día de hoy, incontestable.

¿Estamos llegando a los límites físicos de lo que puede ofrecer el silicio? ¿Es sostenible el consumo energético de estas bestias? El debate sobre el futuro de la computación está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.

Índice
    Ajustes