
El otro día, tomando un café, surgió el tema: comparé la salud de batería de mi iPhone 16 Pro Max con la de un amigo que tiene exactamente el mismo dispositivo. Ambos lo estrenamos a la par, allá por finales del año pasado. Su veredicto: un 96% de capacidad máxima. El mío: un sólido y orgulloso 100% que todavía se mantiene al momento de escribir estas líneas. ¿Casualidad? ¿Suerte? ¿Magia negra de Cupertino? Nada de eso. La diferencia, como comprobé al indagar un poco en sus hábitos (y en los míos), reside en una serie de cuidados sencillos que yo llevo a rajatabla.
Que una batería de iones de litio como la del iPhone se degrade con el tiempo es tan inevitable como los anuncios en YouTube. Es física y química pura. Da igual el uso que le demos, en algún momento empezará a menguar y, con ello, la autonomía será inferior. La clave no es evitar lo inevitable, sino ralentizar ese proceso de degradación.
Y ojo, que ya te adelanto que para conseguirlo no hace falta obsesionarse ni dejar de usar tu carísimo iPhone. De hecho, estos últimos seis meses corresponden a la época en la que, probablemente, más «tute» le he dado al mío: para el trabajo, para el ocio, quemando la cámara, siempre conectado a CarPlay en el coche, gestionando proyectos… No paro de usarlo. Porque para eso está, ¿no?
El cargador es primordial (y no, no tiene que ser el de Apple, pero tampoco el del bazar chino)
Empezamos rompiendo un mito que le viene muy bien a Apple para vender sus accesorios a precio de oro: no, no es estrictamente necesario usar cables y adaptadores originales de Apple. Si los tienes, genial, pero no es un requisito indispensable. En mi caso, uso el excelente cable trenzado que venía en la caja del iPhone junto a un adaptador que compré por mi cuenta.
La clave aquí, y esto es INNEGOCIABLE, es que ese adaptador (y cualquier cable que compres) tenga el certificado MFi, las siglas de «Made For iPhone». Este sello indica que el producto cumple con los estándares de calidad y seguridad que Apple exige para garantizar una carga óptima y segura. Mi amigo, en cambio, es de esos que no le da mayor importancia y usa cualquier adaptador barato que pilla por ahí. Y ahí está el primer gran error.
Un cargador de mala calidad puede interrumpir la carga, sobrecalentar el terminal (el enemigo número uno de la batería) y acelerar la degradación. Pero es que, en los peores casos, puede incluso llegar a provocar un cortocircuito o un incendio. No te la juegues por ahorrarte 10 euros en un cargador.
Carga lenta por la noche, carga rápida para las prisas: el equilibrio es la clave
Esto también es relevante. He optado por usar un adaptador de 5W (sí, de los lentos, como los de los viejos iPhone) como mi cargador principal para la noche. Estando acostumbrado a cargarlo mientras duermo, no tengo ninguna prisa. Una carga lenta genera mucho menos calor y estrés para la batería que una carga rápida.
Pero como dije, no estoy obsesionado. Si algún día he tenido prisa, por supuesto que le he metido un adaptador de 25W sin ningún problema ni remordimiento. No se trata de vivir en la prehistoria de la carga, sino de ser inteligente: si no tienes prisa, no estreses a tu batería innecesariamente.
Un pequeño truco de ingeniero: el orden de los factores SÍ altera el producto (y la salud de tu batería)
Esto puede parecer una tontería de tiquismiquis, pero tal y como explicó en su día un ingeniero experto en la materia, el orden en el que conectas las cosas a la corriente importa para evitar posibles microchispazos en el puerto del iPhone. El orden correcto y más seguro es:
- Conecta el cable USB-C al adaptador de corriente.
- Enchufa el adaptador a la pared.
- Y por último, conecta el cable al iPhone.
Es un gesto que no cuesta nada y que puede ayudar a preservar la salud del puerto y la electrónica de carga a largo plazo.
El mito del 80-20 y la verdadera bestia negra: el calor y el 100% prolongado
Otro de mis hábitos clave, y seguramente el que más ha influido en ese 100% de salud, es prestar atención a cuándo y cómo cargo el iPhone, pero sin volverme loco. No me obsesiono con mantener la batería siempre entre el 20% y el 80% como recomiendan los más puristas, porque me parece poco práctico para mi día a día.
El verdadero problema no es tanto llegar al 100%, sino mantenerlo al 100% mientras sigue enchufado durante horas, especialmente si hay calor de por medio. Esa tensión constante es veneno para la batería. Para evitarlo:
- Activo siempre la «Carga optimizada» en
Ajustes > Batería > Salud y carga de la batería
. Con esta función, el iPhone aprende mis rutinas, carga hasta el 80% y espera para completar el 100% restante justo antes de que me despierte. Es una maravilla. - Evito cargarlo cuando el iPhone está caliente. Estos últimos meses he empezado a jugar mucho más con el móvil. Si echo una partida antes de acostarme, el iPhone se calienta. Siempre trato de esperar un rato a que se enfríe antes de conectarlo al cargador. A veces incluso lo apago 5 minutos para acelerar el proceso. El calor es el enemigo.

Mi mejor consejo es usar tu iPhone sin miedo, pero cuidándolo con cabeza
Sé que todo esto puede sonar a que vivo pendiente del porcentaje de la batería o que tengo una tabla de Excel con temperaturas y ciclos de carga. Nada más lejos de la realidad. Como ya he explicado, lo único que hago es integrar una serie de hábitos sencillos y lógicos en mi día a día.
Me encanta mi iPhone y me gusta cuidarlo porque es un dispositivo que me acompaña durante muchísimas horas. Pero también me gusta usarlo sin miedo: hago fotos, grabo vídeos en 4K, juego, lo uso como GPS en el coche, como oficina portátil… Porque para eso lo tengo, ¿no? Si en el camino consigo que su batería aguante más tiempo como nueva, mejor que mejor. Pero si mañana baja al 99%, no pasa absolutamente nada. Mi objetivo no es tener una batería perfecta para siempre, porque eso es imposible, sino evitar que se degrade antes de tiempo por no haber aplicado unos consejos tan sencillos.
Y si notas que la batería de tu iPhone se ha degradado muchísimo en muy poco tiempo, quizás no sea culpa tuya, sino un problema de fábrica. En ese caso, no dudes en acudir al servicio técnico de Apple para que lo revisen; podría estar cubierto por la garantía.
¿Tienes algún otro truco para cuidar la batería? ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTube, Instagram y Facebook para más consejos prácticos y sin tonterías.