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iOS 26.3 abre las puertas del jardín amurallado, pero los smartwatches de terceros entran con esposas y bozal

diciembre 23, 2025

Preparaos, porque en Cupertino se han vuelto locos… o eso quieren que parezca. Resulta que Apple, la empresa que construyó el jardín amurallado más alto y con más alambre de espino de la historia tecnológica, ha decidido abrir una pequeña puerta trasera en iOS 26.3. ¿La promesa? Que tu sagrado iPhone pueda entenderse por fin con la «chusma» del hardware: relojes de Samsung, Garmin o Huawei.

¿Es este el fin de la hegemonía del Apple Watch? ¿Se ha vuelto Tim Cook un filántropo de la interoperabilidad? Permítanme dudarlo. Vamos a diseccionar esta «apertura» con bisturí, porque el diablo, como siempre en Apple, está en la letra pequeña.

El «milagro» de iOS 26.3: Apple abre el iPhone a relojes Garmin y Samsung. Spoiler: es una trampa perfectamente diseñada

La noticia ha caído como una bomba en la beta de iOS 26.3, prevista para principios de 2026. Apple permitirá la compatibilidad directa con accesorios de terceros que históricamente han sido ciudadanos de segunda clase en su ecosistema. El movimiento es extraño, sospechoso y, analizado fríamente, una jugada maestra de «cumplimiento malicioso» ante las presiones regulatorias.

Auriculares: adoptando estándares años tarde y llamándolo «magia»

Empecemos por la parte menos ofensiva: los auriculares. Hasta ahora, conectar unos Galaxy Buds Pro o unos Huawei FreeBuds a un iPhone era una experiencia Bluetooth estándar: ir a ajustes, buscar dispositivo, emparejar. Funcional, pero sin glamour.

Con iOS 26.3, Apple promete una experiencia «similar a los AirPods». ¿Qué significa esto técnicamente? Que Apple finalmente va a implementar el soporte adecuado para protocolos de emparejamiento rápido como Fast Pair de Google (o un equivalente propietario que las marcas tendrán que licenciar).

Si tus auriculares de gama alta Android soportan este protocolo, al abrir el estuche cerca del iPhone, verás una bonita animación emergente para conectarlos con un toque. ¿Es esto una revolución? No. Es Apple admitiendo, cinco años tarde, que existe un estándar en la industria fuera de sus muros y decidiendo adoptarlo para que la experiencia de usuario no sea tan dolorosa. Es una mejora de calidad de vida, sí, pero no nos vendan que han reinventado la rueda.

El núcleo del asunto: smartwatches y la experiencia «LITE»

Aquí es donde la cosa se pone jugosa y donde mi cinismo alcanza cotas estratosféricas. La gran noticia es que el iPhone será compatible con relojes de Samsung, Huawei o Garmin. La intención es «no limitar las decisiones de los usuarios». Permítanme reírme a carcajadas. Apple no hace nada para no limitar al usuario; lo hace para evitar multas antimonopolio.

La clave técnica es la limitación de la API. Apple NO está abriendo WatchKit ni dando acceso profundo al sistema como lo tiene el Apple Watch. Lo que están haciendo es abrir, probablemente a regañadientes, un perfil de Bluetooth LE más amplio para la gestión de notificaciones (probablemente una extensión del ANCS – Apple Notification Center Service).

¿Qué significa esto en la práctica?

  • Lo que tendrás: Un espejo de notificaciones glorificado. Si te llega un WhatsApp, lo leerás en tu Garmin Fenix 8 o Venu X1. El reloj hará su seguimiento deportivo y de salud por su cuenta, con sus propios sensores y algoritmos, y luego volcará los datos en su propia app (Garmin Connect, Samsung Health), que a su vez intentará sincronizar algo con Apple Health si le dejan.
  • Lo que NO tendrás (la trampa): Olvídate de responder mensajes desde la muñeca. Olvídate de contestar llamadas con el altavoz del reloj. Olvídate de invocar a Siri, de controlar la cámara remotamente o de la integración profunda con Mapas. Olvídate de la fluidez de Handoff.

Apple está creando deliberadamente una experiencia de segunda clase. Te dejan usar otro reloj, sí, pero se aseguran de que la experiencia sea lo suficientemente frustrante y limitada como para que acabes deseando un Apple Watch. Es como si te dejaran entrar en una fiesta VIP, pero solo te permitieran estar en el recibidor y beber agua del grifo.

La opinión final del Gurú

No nos engañemos. Esta apertura de iOS 26.3 no nace de la bondad del corazón de Apple. Es un movimiento defensivo y calculado ante la creciente presión de los reguladores (especialmente la UE) que llevan años apuntando con el dedo al ecosistema cerrado del Apple Watch como un monopolio de facto.

Al permitir esta compatibilidad «capada», Apple puede ir a los tribunales y decir: «¿Veis? No somos un monopolio, puedes usar un Samsung Watch con un iPhone». Pero la realidad técnica es que están ofreciendo una versión demo, un shareware de lo que debería ser una integración real. Es una estrategia brillante de malicious compliance (cumplimiento malicioso): acatar la norma técnica mientras se sabotea el espíritu de la misma para proteger su negocio principal.

Si tienes un Garmin por su superioridad en métricas deportivas, esto es una buena noticia: al menos verás los WhatsApps. Pero si esperabas que tu Galaxy Watch 8 funcionara en tu iPhone igual que un Apple Watch Series 11, despierta. Apple nunca permitirá que un dispositivo externo brille más que el suyo propio dentro de su jardín. Esto no es libertad; es una libertad condicional muy estricta. ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTubeInstagram y Facebook.

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