
Prepárate, porque lo que te vamos a contar es, probablemente, el mayor escándalo de hardware de la última década. Durante meses, miles de usuarios en todo el mundo que se han gastado una fortuna en los procesadores más potentes de Intel, los Core i9-13900K y i9-14900K, han estado sufriendo un infierno: cuelgues constantes, errores de «falta de memoria» y crasheos en sus juegos favoritos. Y tras meses de un silencio vergonzoso, Intel por fin ha hablado. Pero su respuesta no ha sido una solución, ha sido una cobarde huida hacia adelante, echándole la culpa a sus socios y ofreciendo una «solución» que es, en esencia, una estafa.
En Gurú Tecno, vamos a destripar esta historia de arrogancia corporativa, de promesas de rendimiento rotas y de cómo te han vendido un Ferrari que, si quieres que no explote, tienes que conducirlo como un Fiat Panda.
El origen del desastre: la droga de la potencia sin límites
¿Por qué se «derriten» estas CPUs? La respuesta es una tormenta perfecta de avaricia y negligencia.
- La jugada de Intel: Para competir con AMD, Intel llevó sus chips al límite absoluto de la física. Aumentaron las frecuencias y el consumo de energía a niveles demenciales, vendiéndonos unas cifras de rendimiento espectaculares sobre el papel.
- La complicidad de los fabricantes de placas base: Marcas como ASUS, Gigabyte o MSI, en su afán por ser «los más rápidos», empezaron a enviar sus placas base con una configuración por defecto que es pura dinamita. Desactivaron todos los límites de potencia de Intel (lo que se conoce como «Multi-Core Enhancement»), permitiendo que la CPU consumiera una cantidad de energía y voltaje muy por encima de las especificaciones oficiales.
El resultado: durante un tiempo, los benchmarks eran espectaculares. Pero ese sobreesfuerzo constante ha estado, literalmente, degradando físicamente los procesadores, provocando una inestabilidad que ha acabado por hacerlos inusables para muchos.
El juego de la culpa: Intel se lava las manos y señala a sus socios
Después de meses de quejas y devoluciones masivas, Intel por fin emitió un comunicado oficial. ¿Asumieron su responsabilidad por vender unos chips que no aguantan su propio marketing? Ni de coña.
En un acto de cobardía corporativa, le echaron toda la culpa a los fabricantes de placas base, acusándoles de no seguir sus «especificaciones recomendadas». Instaron a los usuarios a entrar en la BIOS y a buscar una configuración llamada «Intel Default Settings» para solucionar los problemas.
La ‘solución’ que es una ESTAFA: el ‘Intel Baseline Profile’ que te ‘capa’ el procesador
Forzados por la presión, los fabricantes de placas base han empezado a lanzar actualizaciones de BIOS que incluyen una nueva opción: el «Intel Baseline Profile». Esta opción, en teoría, aplica los límites de potencia oficiales y seguros de Intel. Y sí, hace que el sistema sea estable.
Pero aquí viene la estafa. Al activar este perfil, estás, en la práctica, «capando» o «nerfeando» tu carísimo procesador. Las pruebas de rendimiento son demoledoras:
- Dependiendo de la placa base y de la tarea, la pérdida de rendimiento puede ser de entre un 9% y un 25%.
- En algunos juegos, un i9-14900K con el perfil «seguro» activado rinde peor que procesadores que cuestan la mitad.

Es una tomadura de pelo monumental. Te han vendido un procesador de 700 euros prometiéndote un rendimiento que solo se puede alcanzar con unas configuraciones que lo hacen inestable y lo degradan. Y la ‘solución’ oficial es reducir su rendimiento al de un procesador mucho más barato. Has pagado por un Porsche, pero si no quieres que se le caigan las ruedas, tienes que conducirlo como un Dacia. Es, sencillamente, una estafa.
Conclusión Gurú Tecno: una herida autoinfligida que dejará cicatriz
Este fiasco es la consecuencia directa de la arrogancia de Intel y de su obsesión por ganar la guerra de los benchmarks a cualquier precio. Han vendido un producto al límite de sus capacidades, sabiendo que sus socios lo iban a llevar aún más allá, y ahora que el castillo de naipes se ha derrumbado, intentan culpar a los demás.
Es un golpe durísimo a la reputación de Intel y una oportunidad de oro para AMD, que ahora mismo ofrece procesadores que no solo son competitivos, sino que, lo que es más importante, son estables.
Si has comprado uno de estos i9, lo sentimos. Te han tomado el pelo. Tienes dos opciones: o vives con la lotería de los cuelgues o aceptas que tienes un procesador mucho menos potente de lo que pagaste. Y mientras, en las oficinas de Intel, siguen contando los billetes. Una auténtica vergüenza. En Gurú Tecno, lo tenemos claro: la corona de rey de las CPUs no ha estado nunca tan en peligro para Intel.
¿Has sufrido estos problemas con tu CPU de Intel? ¿Qué te parece la respuesta de la compañía? ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTube, Instagram y Facebook.