La legendaria marca del óvalo azul se desangra en Europa. En un nuevo y dramático capítulo de su interminable crisis en el viejo continente, Ford acaba de anunciar un nuevo recorte de personal: planea despedir a otros 1.000 empleados en su histórica planta de Colonia, Alemania. La razón, admitida por la propia compañía, es un puñetazo de realidad: la baja demanda de sus nuevos vehículos eléctricos.
Este nuevo hachazo a la plantilla, que afectará principalmente a puestos de administración e I+D, se suma a los recortes ya anunciados, elevando la cifra total de despidos a 2.900 para finales de 2027. Es la crónica de una muerte anunciada, la de una estrategia de electrificación que, de momento, ha sido un absoluto fracaso.
Una apuesta fallida: adiós al Focus, hola a la incertidumbre
Ford apostó todo a una carta. Decidió matar a sus modelos más icónicos y exitosos en Europa, como el Fiesta y el Focus, para sustituirlos por una nueva gama de SUVs eléctricos como el Explorer y el Capri. Una estrategia valiente, sí, pero que se ha estrellado contra el muro de la realidad del mercado.
Los datos no engañan. La cuota de mercado de Ford en Alemania, uno de sus feudos históricos, se ha desplomado en la última década, pasando de casi el 7% a menos del 3%. Un auténtico desastre.
Una fábrica a medio gas
La planta de Colonia, que a finales de la década de 2010 empleaba a casi 20.000 personas, verá cómo su plantilla se reduce a apenas 7.600 trabajadores. Y a partir de 2026, la fábrica reducirá su producción de dos turnos a solo uno, una admisión de que no esperan que la demanda mejore a corto plazo.
El veredicto del Gurú: dos caras de una misma moneda
La crisis de Ford en Europa es un caso de estudio. Es la demostración de cómo una estrategia puede ser un éxito arrollador en un mercado y un fracaso estrepitoso en otro. Mientras que en Estados Unidos Ford vive una época dorada, con ventas récord y un dominio absoluto gracias a su icónica F-150, en Europa se han quedado en tierra de nadie.
Han abandonado los segmentos donde eran fuertes (los coches compactos) para lanzarse a una guerra, la de los SUVs eléctricos, donde la competencia es feroz y donde, de momento, no han sabido enamorar al consumidor europeo. La sangría de empleos es la consecuencia más trágica de una estrategia que, a día de hoy, parece un error histórico.
¿Crees que Ford se equivocó al matar al Fiesta y al Focus? ¿Podrán recuperarse en Europa? El futuro de uno de los grandes gigantes del motor está en juego. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.