
Elon Musk lo ha vuelto a hacer. En su última llamada de resultados, el CEO de Tesla, en un alarde de optimismo que roza el delirio, ha soltado una de sus promesas más grandilocuentes: para finales de este mismo año, el 50% de la población de Estados Unidos podrá usar su servicio de robotaxis. Y para 2025, cualquier cliente podrá actualizar su coche para tener una conducción autónoma «sin supervisión». Suena increíble, ¿verdad? Pues es, probablemente, una de las mayores cortinas de humo que ha lanzado en años.
Porque mientras Musk vende este futuro utópico, la cruda realidad le está explotando en la cara: su compañía se enfrenta a un juicio en California que podría costarle la licencia para VENDER coches precisamente por «publicidad engañosa» con esta tecnología, y, de paso, acaba de confirmar que millones de sus clientes actuales se quedarán tirados y no podrán disfrutar de esa promesa por la que ya pagaron. En Gurú Tecno, vamos a destripar esta historia de genialidad del marketing y, seamos sinceros, de estafa.
La promesa vs. la cruda realidad del juzgado
La bravuconada de Musk choca de frente con la realidad legal. Mientras él promete un despliegue masivo, Tesla está en el banquillo en California, su mayor mercado. El Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) los acusa de realizar declaraciones falsas y engañosas sobre el Autopilot y el FSD, llevándoles a un juicio que podría acabar con la revocación de su licencia de venta en el estado.

La defensa de Tesla es un chiste de mal gusto: alegan que sus promesas estaban protegidas por la «libertad de expresión» y que eran afirmaciones «futuristas», no un reflejo de la tecnología actual. Traducción: ‘Sí, os mentimos, pero era una mentira sobre el futuro’. Una línea de defensa que es, en sí misma, una confesión de la estafa.
La gran ‘traición’: el ‘hardware 4’ y los millones de clientes que se quedan en la cuneta
Pero la puñalada trapera a sus propios clientes es aún peor. Durante años, Musk ha vendido la opción «Full Self-Driving» (FSD) por una fortuna (hasta 15.000 dólares) con la promesa de que los coches tenían todo el hardware necesario para la autonomía total y que solo sería una actualización de software. MENTIRA.
Musk acaba de reconocer que los vehículos más antiguos, equipados con el hardware HW3, necesitarán instalar los nuevos ordenadores HW4 o incluso HW5 para ser compatibles con la futura versión «no supervisada».
- El ‘zasca’ técnico: Esto significa que millones de coches que se vendieron con la promesa del FSD, en realidad, no tienen el hardware capaz de soportarlo.
- ¿Quién paga la fiesta?: La actualización podría ser costosísima para Tesla, y Musk ya ha dejado caer que primero se centrarán en los coches nuevos con HW4 antes de decidir «qué hacer» con los viejos.
Es una de las mayores traiciones a un cliente de la historia del motor. Te venden un ‘billete a la Luna’ por 15.000 pavos, y años después te dicen que, en realidad, tu cohete no tiene motor suficiente para salir de la atmósfera, y que ya veremos si te lo cambian. Una auténtica vergüenza.
Un ‘piloto automático’ que no es un piloto automático
El núcleo del engaño siempre ha estado en el nombre. Llamar «Autopilot» a un sistema que es, en realidad, un Nivel 2 de asistencia a la conducción (que requiere supervisión constante del conductor) es una irresponsabilidad que, como han testificado expertos, induce a los conductores a una complacencia que puede ser mortal.
Conclusión Gurú Tecno: una huida hacia adelante en mitad de la tormenta
Las últimas y grandilocuentes promesas de Elon Musk sobre sus robotaxis no son un signo de fortaleza, sino de debilidad. Son una huida hacia adelante, una cortina de humo para desviar la atención de la tormenta legal que se les viene encima y del cabreo monumental de millones de clientes a los que les han vendido una promesa que su propio hardware no puede cumplir.
Tesla sigue siendo líder en tecnología eléctrica, sí. Pero su estrategia de marketing, basada en promesas exageradas y, como ahora se demuestra en los juzgados, presuntamente falsas, está empezando a pasarle factura.
Musk es un genio vendiendo el futuro. El problema es que, a veces, se olvida de construirlo en el presente. Y esta vez, la cruda realidad de los juzgados y de un hardware obsoleto podría hacer que su castillo de naipes se venga abajo. En Gurú Tecno, estaremos en primera fila para contarlo.
¿Crees que Tesla ha engañado a sus clientes con el FSD? ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTube, Instagram y Facebook.