En las últimas horas el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha visitado la fábrica donde se construye el Mac Pro en Texas, Estados Unidos.
La compañía de Tim Cook está en el centro de la guerra comercial con China ya que varios de sus productos se fabrican en el país asiático. No ocurrirá con el Mac Pro, su ordenador más emblemático, que será ensamblado en Austin, Texas.
La fábrica de Austin en realidad ni siquiera es de Apple, pues pertenece a Flex Ltd (Flextronics). Un contratista que lleva fabricando el Mac Pro desde hace años. En el recorrido, Trump estuvo acompañado de su hija y asesora Ivanka Trump, el CEO de Apple, Tim Cook y el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. La visita a la fábrica en territorio americano se planificó con el fin de conocer las instalaciones donde actualmente se produce el MacBook Pro y de promocionar a las compañías que mantienen empleos en Estados Unidos.
En la reunión Trump contó con la guía de Tim Cook para recorrer los espacios de la planta de Flextronics en Austin y conocer el proceso de ensamblaje del MacBook. Con respecto al hecho de que un producto tan importante se fabricara en esas instalaciones, Cook explicó a Trump:
«Estamos realmente orgullosos de hacer la mac pro aquí, esta computadora es nuestra computadora más poderosa que hayamos fabricado, por mucho”.
Después de la gira, Cook y Trump compartieron en una pequeña conferencia de prensa, y Cook agradeció al presidente y su administración por su trabajo para “llevarnos tan lejos” y dijo que “no sería posible sin ellos”. El CEO de Apple dijo: «Lo que está viendo aquí, la mac pro, es 15 mil veces más potente que la mac original, y puede realizar 56 billones de tareas por segundo. estoy absolutamente impresionado.»
En medio de su intervención Cook se notaba emocionado y no disimulaba su orgullo por tener un producto hecho en casa. Aprovechando la oportunidad, Cook expuso a Trump los planes de expansión en Austin para un proyecto que se inaugurará en 2022. La obra contará con una inversión de 1 mil millones de dólares en Austin y tendrá un tamaño de 3 millones de pies cuadrados e inicialmente albergará a 5 mil empleados con la capacidad de crecer hasta 15 mil empleados.
A pesar de no coincidir en muchos aspectos, Cook y Trump han sabido superar esas diferencias y aprovechar aquellos escenarios que promuevan un bienestar para la economía estadounidense, y que mejor muestra que esta reciente reunión en Texas.
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