
OpenAI ha decidido que ChatGPT recuerde lo que dijiste… para siempre (o hasta que tú decidas lo contrario).
Sam Altman, el CEO de OpenAI y profeta moderno de la IA, acaba de anunciar en su cuenta de X (antes Twitter, ahora red social con crisis de identidad), una de las actualizaciones más ambiciosas de ChatGPT: una memoria potenciada que permitirá al chatbot recordar tus conversaciones pasadas y adaptarse a ti como un mayordomo digital hiperinteligente. Suena bien, ¿verdad? Pero como todo en tech, el diablo está en los detalles.
¿Qué significa realmente que ChatGPT tenga memoria?
Ahora el modelo puede recordar tus conversaciones previas, no solo para parecer más empático, sino para construir un perfil digital sobre ti. Si le dices que te llamas Alfredo, odias los emojis y prefieres respuestas con datos duros, lo recordará. Si un día te vuelves vegano y se lo comentas, lo sabrá también.
OpenAI ha dividido esta “memoria” en dos bloques:
- Memorias guardadas de referencia: Son datos explícitos que puedes ver, modificar o borrar. Como una ficha de personaje en un RPG, pero de ti mismo.
- Historial de chat de referencia: Es el lado oscuro del asunto. Esta parte funciona en segundo plano, sin acceso directo. Detecta tus patrones, tus manías, tus temas favoritos. En resumen: te estudia.

¿Y qué hay del control?
OpenAI insiste en que la función es opcional. Puedes apagar la memoria, activar el modo «Chat Temporal» (una especie de conversación sin consecuencias), o gestionar lo que el sistema retiene. Pero no nos engañemos: el hecho de que esto exista ya plantea preguntas serias sobre privacidad, transparencia y hasta manipulación de usuarios.
¿Para quién es esta maravilla inquietante?
Por ahora, solo los suscriptores de ChatGPT Plus y Pro pueden jugar con esta nueva memoria digital. Pero si estás en la Unión Europea, Reino Unido, Islandia, Liechtenstein, Noruega o Suiza, prepárate para el déjà vu: te has vuelto a quedar fuera. ¿La excusa oficial? Las queridas regulaciones de privacidad europeas (hola, GDPR), ese muro legal que a OpenAI le encanta rodear pero no escalar.
Parece que cada vez que se lanza una función “avanzada”, Europa se convierte en la zona de exclusión tecnológica. No hay fecha estimada para su llegada a España, ni una mísera promesa para los usuarios con cuenta gratuita. Es como si OpenAI dijera: “Nos encanta Europa… pero no tanto como tus datos”.
¿Por qué deberías (o no) preocuparte?
Estamos ante un modelo que puede volverse más útil, más humano y más peligroso al mismo tiempo. Si sueñas con un asistente que te entienda como nadie, esto es una bendición. Pero si eres escéptico con la cantidad de datos que estás entregando sin darte cuenta, más vale que actives ese modo temporal ya.
Porque sí, ChatGPT puede que no tenga alma, pero ahora tiene memoria. Y eso, en el mundo digital, es casi lo mismo que tener poder.