A veces, las despedidas son tristes. Y la que BMW está a punto de darle a uno de sus buques insignia más bonitos y, seamos sinceros, más fracasados comercialmente, es una de ellas. La marca bávara ha anunciado que presentará una edición limitada y final del Serie 8 durante la prestigiosa Semana del Automóvil de Monterey. Es el «canto del cisne», el «gracias por participar» para un coche espectacular que nunca encontró su sitio en el mercado.
Pero la noticia tiene una segunda lectura, una puñalada trapera que es pura poesía de la ingeniería. Porque en el mismo evento, BMW también presentará en Norteamérica al nuevo M2 CS. Una bestia que llega para humillar a su hermano mayor de la forma más cruel posible: con la misma potencia, menos peso y la mitad de cilindros.
El canto del cisne: una edición limitada para decir ‘adiós’ al Serie 8
BMW, como es habitual en estos casos, está siendo discreta con los detalles. Pero todo apunta a que esta edición final se basará en el M850i. Esto significa que bajo su elegante capó rugirá por última vez el glorioso motor V8 biturbo de 4.4 litros, con sus 523 caballos y 750 Nm de par.
Es la última oportunidad de hacerte con un trozo de historia, un ‘clásico de la generación’ que, a pesar de su belleza, no ha logrado conquistar los corazones (ni las carteras) de suficientes compradores y se despide por la puerta de atrás.
El ‘ZASCA’ del hermano pequeño: el M2 CS llega para faltarle al respeto
Y aquí viene la genialidad y la mala leche de la historia. Mientras el Serie 8 se despide, el nuevo BMW M2 CS aterriza para robarle todos los focos. Y lo hace con una ficha técnica que es una humillación directa.
- El corazón: Monta un motor de seis cilindros en línea y 3.0 litros que, gracias a la magia de la división M, desarrolla la friolera de… ¡523 caballos! Sí, exactamente la misma potencia que el V8 del M850i.
- La dieta: Gracias al uso masivo de componentes de fibra de carbono, el M2 CS es 44 kg más ligero que un M2 normal.
- El arsenal de circuito: No es solo potencia y menos peso. Viene con una suspensión optimizada específicamente para él, soportes de motor personalizados, frenos de compuesto M y un diferencial M Sport mejorado.
Es la humillación definitiva. El ‘pequeño’ de la familia M llega con la misma potencia que el buque insignia V8. Es la prueba de que la ingeniería de los motores de seis cilindros de BMW ha llegado a un nivel tan sublime que hace que sus propios V8 parezcan dinosaurios ineficientes. Es un ‘zasca’ en toda la cara a la vieja guardia.
Conclusión Gurú Tecno: el rey ha muerto, ¡Viva el nuevo y más pequeño rey!
Lo que vamos a presenciar en Monterey es un cambio de ciclo en BMW M, una metáfora perfecta de la evolución de la industria. Por un lado, el funeral con honores de un Gran Turismo espectacular pero fallido, el Serie 8. Por otro, el bautizo de fuego de un nuevo matagigantes, el M2 CS, que representa la filosofía más pura y destilada de la división M.
Asistimos a la despedida de un coche precioso y a la coronación de una nueva leyenda. El Serie 8 se va, y el M2 CS llega para ocupar su lugar en nuestros corazones (y en nuestros sueños más húmedos). Es el ciclo de la vida, al estilo de Múnich: el rey ha muerto, ¡viva el nuevo, más pequeño, más ligero y jodidamente brillante rey!
¿Qué te parece el nuevo M2 CS? ¿Echarás de menos al Serie 8? ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTube, Instagram y Facebook.