Los iPhone 15 Pro montan ahora un carcasa en titanio, dejando a un lado el acero inoxidable que le daba ese brillo y reflejo característicos. Apple ha presumido de ese cambio, pero ¿qué razones de peso hay para hacerlo? Unas cuantas, veamos el por qué de este cambio.
En primer lugar, diremos que el titanio es uno de los metales más abundantes en la corteza terrestre. No fue muy utilizado hasta épocas relativamente recientes, ya que no se encuentra en estado libre en la naturaleza. Para conseguirlo de forma pura, debe extraerse de los diversos minerales que lo contienen, lo cual es una tarea costosa y complicada.
Es un metal muy dúctil, con alta resistencia al índice de peso y excelente resistencia a la corrosión y biocompatibilidad. Se utiliza ampliamente en el sector aeronáutico, químico y médico, donde la seguridad y el control de calidad son esenciales.
El beneficio directo en los iPhone se traduce es más resistencia a golpes y al mismo tiempo más ligereza: precisamente los iPhone 15 Pro son los móviles profesionales de Apple más ligeros en toda la historia de la compañía. Así que tiene todo el sentido del mundo este cambio del titanio por el acero. Además, teniendo en cuenta que los modelos Pro Max ya rozaban el cuarto de kilo y lo sobrepasan añadiendo fundas, aligerar el móvil era algo ya necesario.
Podremos comprobar todas estas ventajas del titanio cuando sostengamos los iPhone 15 Pro por primera vez en nuestras manos, algo que podremos hacer en cuanto aparezcan en las tiendas a partir del próximo viernes. Muchos usuarios sopesarán su compra no sólo por las ventajas de su material, también por su tacto y por su agarre.
