La guerra de la Inteligencia Artificial no solo se libra en los benchmarks, sino también en el campo de batalla de la filosofía: ¿IA abierta para todos o IA cerrada para los que puedan pagarla? Y en esa guerra, Elon Musk acaba de lanzar un misil balístico contra el corazón de su archienemigo, Sam Altman.
En un tuit que ha hecho temblar a Silicon Valley, Musk ha anunciado que su último y más potente modelo de IA, Grok 2, será de código abierto la próxima semana. Y no estamos hablando de un «open-weight» con truco como el reciente gpt-oss de OpenAI. Hablamos de abrir las tripas del modelo para que toda la comunidad de desarrolladores pueda ver, usar y modificar su creación.
La filosofía del «hermano mayor obsoleto»
Este movimiento no es una sorpresa para los que siguen de cerca la estrategia de Musk. Responde a la filosofía que él mismo estableció para xAI: «mientras creamos la siguiente versión, abrimos el código de la versión anterior». Es una estrategia de «migas de pan». Te dan el juguete de ayer, que sigue siendo increíblemente potente (Grok 2 se lanzó en beta en agosto con importantes mejoras de razonamiento), para que te hagas una idea de lo que son capaces, mientras ellos ya están trabajando en secreto en la siguiente arma, Grok 3.
Es una forma brillante de mantener a la comunidad de desarrolladores enganchada y de posicionarse como los «buenos» de la película, los campeones de la apertura y la transparencia.
Un ataque directo a la yugular de OpenAI
Pero no nos engañemos. Esto no es altruismo. Es una puñalada directa a OpenAI. Mientras la empresa de Sam Altman lanzaba su gpt-oss como «open-weight» (dándote el coche pero ocultando los planos del motor), Musk va un paso más allá y promete abrirlo todo. Es un movimiento para dejar en evidencia la «apertura a medias» de OpenAI y para robarles el corazón (y el cerebro) de la comunidad de desarrolladores de código abierto, que se sintieron traicionados por la deriva comercial y secretista de los creadores de ChatGPT.
Una guerra por el alma de la IA
Musk está jugando una partida de ajedrez a largo plazo. Sabe que no puede competir con el músculo financiero de Microsoft/OpenAI o Google en el corto plazo. Su estrategia es diferente: ganar la guerra de guerrillas. Al armar a la comunidad de código abierto con sus modelos, crea un ecosistema descentralizado que puede innovar más rápido y de forma más caótica que los gigantes corporativos, encontrando usos y mejoras que a xAI nunca se le ocurrirían.
Mientras tanto, sigue integrando sus IAs en su propio imperio. La reciente beta de Grok 2 y la nueva función para generar imágenes directamente en X para suscriptores Premium son la prueba. Está creando su propio jardín vallado, pero le da las semillas al resto del mundo para que planten fuera. La liberación de Grok 2 la próxima semana no es solo una buena noticia para los desarrolladores. Es un nuevo y explosivo capítulo en la guerra por definir el futuro de la inteligencia artificial.
¿Es la estrategia de código abierto de Musk una genialidad para acelerar la innovación o una simple táctica para atacar a OpenAI? ¿Qué modelo dominará el futuro? La batalla filosófica y técnica de nuestro tiempo está al rojo vivo. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.