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Según se informa, Tesla detiene la producción de su robot Optimus, siendo el diseño de la mano su mayor desafío

octubre 9, 2025

El ambicioso proyecto de robot humanoide de Tesla, Optimus, ha encontrado un significativo obstáculo. El medio tecnológico The Information informó ayer que Tesla ha detenido temporalmente la producción de Optimus debido a graves dificultades técnicas en el diseño de las manos y el antebrazo del robot, lo que ha impedido lograr una destreza similar a la humana. Esta situación ha provocado una gran acumulación de robots sin terminar.

Ambitos planes y difíciles realidades

Desde su debut en 2021, el robot humanoide de Tesla ha sido considerado por Elon Musk como una tecnología clave con el potencial de trascender incluso el negocio de los vehículos eléctricos de la compañía. Inicialmente, Tesla planeó producir en masa al menos 5.000 robots Optimus este año. Sin embargo, este objetivo se redujo posteriormente a 2.000 unidades debido a las objeciones de los ingenieros, quienes consideraron la meta demasiado ambiciosa.

Ahora, los recientes desafíos de diseño con la mano y el antebrazo han vuelto a obstaculizar seriamente la producción en masa, forzando a la compañía a suspenderla.

Fuentes familiarizadas con el asunto revelaron que el equipo de ingeniería de Tesla ha tenido dificultades persistentes para crear una mano robótica con una destreza equiparable a la humana. Este problema fue identificado por primera vez en el verano de 2024. Tras varios intentos fallidos, un gran número de unidades Optimus ya producidas se han quedado sin componentes de la mano y no han podido ser ensambladas. En consecuencia, Tesla ha tomado la decisión de detener la producción y centrar sus recursos en mejoras de diseño.

Elon Musk ha reconocido en varias ocasiones la complejidad de este componente. Previamente, declaró en un podcast que la delicada manipulación de la mano era la parte más difícil de todo el diseño del robot y se abstuvo de comprometerse con un plazo específico para la producción en masa. También mencionó en múltiples entrevistas que lograr movimientos complejos similares a los de una mano humana es un obstáculo de ingeniería formidable.

Optimismo de Musk a pesar de los desafíos

A pesar del evidente cuello de botella en el desarrollo de hardware, Elon Musk se mantiene notablemente optimista. Como ya informó IT Home, recientemente publicó un video en la red social X que mostraba a Optimus aprendiendo kung fu, y también incluyó un clip de él mismo y el actor Jared Leto realizando movimientos robóticos en la alfombra roja del estreno de la película «Tron: Dios de la Guerra». Estas demostraciones, aunque impresionantes, no ocultan las dificultades técnicas subyacentes.

El veredicto del Gurú: Optimus: la ambición de Tesla choca con la complejidad de la destreza humana

La noticia de que Tesla ha detenido la producción de su robot humanoide Optimus debido a «graves dificultades técnicas en el diseño de la mano y el antebrazo» es un recordatorio contundente de la inmensa complejidad inherente a la robótica humanoide. Aunque Elon Musk ha proclamado a Optimus como un proyecto con un potencial que podría eclipsar incluso al negocio automotriz de Tesla, la realidad de la ingeniería choca con las ambiciones más audaces.

La mano humana es una maravilla de la biomecánica, capaz de una destreza, fuerza y delicadeza que ha desafiado a los ingenieros robóticos durante décadas. Replicar la capacidad de manipular objetos con la sutileza de un ser humano, de agarrar, rotar y soltar con precisión, es uno de los mayores retos en el campo de la robótica. El hecho de que este sea el «mayor desafío» para Optimus no es sorprendente, y la acumulación de robots sin terminar subraya la dificultad del problema.

La decisión de reducir las expectativas de producción masiva, primero de 5.000 a 2.000 unidades, y ahora la suspensión total, es un signo de pragmatismo ante un obstáculo formidable. Muestra que, por muy disruptivo que quiera ser Tesla, las leyes de la física y la ingeniería no se pueden ignorar. Las demostraciones de Optimus «aprendiendo kung fu» o bailando con Elon Musk, aunque mediáticamente efectivas, contrastan con la realidad del laboratorio.

Este retraso es un revés significativo para el cronograma de Tesla en robótica, pero también es una oportunidad para que el equipo de ingeniería se concentre en un diseño verdaderamente funcional y dextro. El futuro de los robots humanoides depende de resolver problemas como este, y Tesla, con sus vastos recursos, está en una buena posición para intentarlo, pero no sin enfrentar las duras realidades de la innovación en hardware.

¿Qué opinas de la detención de la producción de Optimus por el desafío de las manos? ¿Creéis que Tesla superará este obstáculo y logrará la destreza humana en sus robots? El debate está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en InstagramFacebook y YouTube.

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