
En medio de la feroz guerra tecnológica y los vetos de Estados Unidos para impedir que China acceda a los chips de IA más potentes, el gigante chino Tencent acaba de hacer la declaración más desafiante y arrogante que hemos oído en mucho tiempo. En su conferencia de resultados, donde anunciaron unos beneficios trimestrales de más de 55.000 millones de yuanes, su presidente, Martin Lau, ha dicho básicamente: «Gracias, pero no necesitamos vuestros chips».
Cuando un analista le preguntó si las restricciones a la venta de GPUs de NVIDIA y AMD les estaban afectando, Lau respondió con una calma glacial: «Tencent ya cuenta con suficientes chips para el entrenamiento y la actualización continua de los modelos existentes». Es el tercer trimestre consecutivo que le dicen a sus inversores la misma historia. Es una bofetada a mano abierta a la política de sanciones de Washington.
La estrategia del ‘ingenio sobre el silicio’
La declaración de Tencent es una mezcla de verdad y propaganda, pero esconde una estrategia brillante. Saben que el acceso a las últimas y más potentes GPUs de NVIDIA será cada vez más difícil. ¿Su solución? Dejar de depender de la fuerza bruta del hardware y apostar por la inteligencia del software.

Liu Chi Ping, otro de los altos cargos, lo dejó claro: «Estamos implementando muchas mejoras de software para mejorar la eficiencia de la inferencia, de modo que se puedan ejecutar más cargas de trabajo en la misma cantidad de chips». En otras palabras: «Ya que no nos vendéis los Ferraris, hemos aprendido a hacer que nuestros SEAT corran como si lo fueran». Están invirtiendo masivamente en optimizar sus algoritmos y sus modelos de IA para que consuman menos recursos y rindan más con el hardware que ya tienen.
Una montaña de chips acumulada
Seamos claros. Tencent no está sufriendo. Antes de que los vetos de Estados Unidos se endurecieran, los gigantes tecnológicos chinos (Tencent, Alibaba, Baidu, ByteDance) se lanzaron a una compra de pánico, acumulando un arsenal de GPUs de NVIDIA que les da para varios años. Lo que dice Tencent es cierto: tienen un inventario gigantesco.
Su declaración es una jugada estratégica para tranquilizar a sus inversores y, a la vez, para mostrar al mundo que la estrategia de vetos de EEUU no está funcionando como esperaban. China no se ha detenido; simplemente, se ha vuelto más eficiente.
Una guerra de dos frentes
La estrategia de Tencent es una lección de cómo sobrevivir en la nueva guerra fría tecnológica. Por un lado, acumularon todo el hardware que pudieron cuando las puertas aún estaban abiertas. Por otro, ahora están invirtiendo de forma demencial en I+D de software para optimizar ese hardware hasta límites insospechados.
No están esperando a que EEUU les levante el castigo. Están construyendo su propio camino, uno basado en la eficiencia del software. Y mientras tanto, siguen invirtiendo miles de millones en el desarrollo de sus propios modelos de IA, como Hunyuan, para competir con los de OpenAI y Google. Es una guerra de dos frentes, y Tencent acaba de dejar claro que no piensan rendirse en ninguno.
¿Es la optimización del software un camino viable para que China compita a pesar de los vetos de hardware? ¿O es solo una solución temporal? La batalla por la supremacía en la IA se está librando en el terreno del ingenio. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.