Eso es lo que ofrece la Sonic Chair, una butaca de alta fidelidad en la que nos sentamos en el centro de emisión.
Los altavoces van integrados en la propia estructura de la silla, y el propio respaldo funciona como driver pasivo para mejorar los graves. La butaca puede girar 360 grados y está fabricada en cuero y microfibra de forma artesanal en Alemania. Gracias a los materiales y a la forma consigue aislarnos de forma pasiva del ruido circundante.
También cuenta con cancelación de ruido activa por cambio de fase. Con ello podríamos tener varias Sonic Chair juntas y conseguir un buen aislamiento entre ellas.
Desconocemos por ahora el precio de venta, aunque suponemos que no será nada barato… pero como idea nos parece genial.