Singapur se encuentra en la vanguardia tecnológica del mundo. La prueba es que desde el 5 de septiembre, varios robots bajo el nombre de ‘Xavier’, patrullan de forma autónoma por la zona de Toa Payoh Central (un distrito residencial de alto tráfico) para detectar comportamientos sociales indeseables, entre los que figurarían:
- Fumar en áreas prohibidas.
- Vendedores ambulantes ilegales.
- Bicicletas estacionadas incorrectamente.
- Grupos de más de cinco personas en violación de las normas de seguridad COVID-19.
- Motocicletas y otros dispositivos de transporte motorizados en senderos peatonales.
En el pasado Singapur ya había utilizado también el robot Spot de Boston Dynamics para patrullar las calles.
Están equipados con cámaras de 360° capaces de detectar todos esos malos comportamientos sociales, y si observan algún comportamiento problemático, activan alertas en tiempo real al centro de comando y control.
Estos vídeos serían analizados a través de un sistema de inteligencia artificial y podían provocar la respuesta de funcionarios de seguridad humanos.
Equipan distintos sensores que les permiten evitar obstáculos, incluidos peatones y vehículos. Cuentan con un tablero interactivo que permite a los oficiales responder de forma remota los incidentes a través de un intercomunicador.
Se trata de un proyecto conjunto que involucra a cinco agencias públicas como HTX, National Environment Agency, Land Transport Authority, Singapore Food Agency, y Housing & Development Board.
Singapur ya anunció sus planes de duplicar el número de sus cámaras de vigilancia a 200.000 durante la próxima década. Sin embargo, los funcionarios creen que estos robots pueden ayudar a aumentar aún más esas medidas de vigilancia y reducir la necesidad de que los oficiales realicen patrullas físicas.
Esta noticia es una prueba más de cómo la robótica avanza a pasos agigantados en el mundo al punto que junto con la automatización de funciones con software van a terminar con más de la mitad de los empleos que conocemos en la próxima década.