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Realme se une al club de los GIGANTES: la marca ya ha vendido 300 millones de móviles gracias a su fórmula secreta

agosto 8, 2025

En el brutalmente competitivo campo de batalla de los smartphones, nacer a la sombra de gigantes como Samsung o Apple es una sentencia de muerte para la mayoría. Pero de vez en cuando, surge un guerrero que no solo sobrevive, sino que prospera a una velocidad de vértigo. Realme es ese guerrero. La marca acaba de anunciar un hito que la mete de lleno en el olimpo de los grandes: sus ventas globales han superado oficialmente los 300 millones de unidades.

Un número que asusta, y que se ha construido sobre una estrategia tan simple como demoledora: ofrecer una potencia y unas características de gama alta a un precio de gama media. No inventan nada nuevo, pero ejecutan la fórmula mejor que casi nadie.

La punta de lanza: la serie GT, los ‘flagship killers’

El éxito de Realme no es casualidad. Su principal arma, la que les ha permitido conquistar el mercado de gama media-alta, es la serie GT. Estos teléfonos son la encarnación de la filosofía de la marca: coger un procesador de primer nivel, meterlo en un chasis resultón y recortar en todo lo demás para reventar el precio.

El último ejemplo de esta estrategia es el Realme GT7, lanzado en abril. Un monstruo equipado con el potentísimo procesador Dimensity 9400+, una batería obscena de 7200 mAh y una carga rápida de 100W. ¿El precio de esta bestia? Unos irrisorios 2599 yuanes (aproximadamente 330€). Es una bofetada a mano abierta a toda la industria, que te vende teléfonos con la mitad de batería y un tercio de la velocidad de carga por el doble de dinero.

La guerra de guerrillas: e-sports y la batalla contra Xiaomi

Pero Realme sabe que no solo de especificaciones vive el hombre. Para crecer, necesitan una marca, una identidad. Y la están construyendo en dos frentes clave.

Por un lado, se están metiendo hasta el fondo en los e-sports. En China, ya son el teléfono oficial del popular juego MOBA «Decisive Victory». Es una jugada inteligente: asocian su marca con el alto rendimiento y se ganan a la comunidad gamer, uno de los públicos más exigentes y leales.

Por otro lado, libran una guerra sin cuartel en los mercados internacionales contra su archienemigo natural: la serie Poco de Xiaomi. Es una batalla brutal en la gama de los 200-400 euros, donde cada euro de diferencia y cada megahercio extra cuenta. Ambas marcas luchan por el mismo cliente: el que busca la máxima potencia por el mínimo dinero. Y esa competencia feroz es una bendición para nosotros, los consumidores.

Un misil de bolsillo que redefine la gama media

El hito de los 300 millones de unidades no es una anécdota. Es la confirmación de que la estrategia de Realme funciona. Han encontrado su nicho: ser el flagship killer por excelencia, la opción inteligente para los que no quieren pagar el «impuesto de marca» de Samsung o Apple.

No tienen las mejores cámaras, ni el software más pulido, ni el ecosistema más completo. Pero tienen la mejor relación potencia-precio del mercado, y eso, en un mundo en crisis, es el argumento de venta más poderoso que existe. Han entendido que muchos usuarios prefieren tener un motor de Ferrari, aunque la carrocería sea de un coche más modesto. Y esa fórmula les ha llevado a la cima.

¿Podrá Realme mantener este ritmo de crecimiento ahora que está en el club de los grandes? ¿O se verá obligada a subir los precios y a convertirse en una marca más «tradicional»? La batalla por la gama media-alta está más interesante que nunca. Te leemos en los comentarios y en nuestras redes. ¡Únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.

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