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Análisis de las Ray-Ban Meta (1 año de uso): la IA por fin despierta y este es nuestro veredicto brutal

julio 7, 2025

Hace un año, en Gurú Tecno, os hablamos por primera vez de las Ray-Ban Meta. El concepto era brutal: unas gafas estilosas, con una cámara decente y la promesa de una Inteligencia Artificial que lo cambiaría todo. Pero había una trampa, un asterisco que lo dejaba todo en un «quiero y no puedo»: la IA de Meta, su cerebro, estaba prácticamente lobotomizada en Europa. Eran, en esencia, unas gafas de sol muy caras con una cámara y unos altavoces. Un juguete curioso para creadores de contenido y poco más.

Un año después, el panorama ha cambiado radicalmente. Tras meses de espera, Meta por fin ha liberado a la bestia. La IA con Llama 3 ya está activa y funcionando en España y el resto de Europa, y hemos pasado los últimos meses exprimiéndola a fondo. ¿Ha cumplido las promesas? ¿Han pasado de ser un gadget a una herramienta indispensable? ¿Sigue siendo igual de «creepy» llevar una cámara en la cara? Abróchate el cinturón, porque aquí tienes nuestro veredicto final.

De juguete ‘tonto’ a cerebro portátil: la revolución de la IA multimodal

Seamos claros: el salto de las Ray-Ban Meta «sin IA» a las Ray-Ban Meta con la IA plenamente funcional es como pasar de un Nokia 3310 a un iPhone 16. La diferencia es abismal. El hardware sigue siendo el mismo (diseño impecable, cámara de 12MP solvente y un audio sorprendentemente bueno), pero el software lo ha cambiado TODO.

Ahora, con un simple «Hey Meta…», las gafas se convierten en un verdadero asistente contextual que ve y entiende el mundo a través de tus ojos.

  • El traductor universal en tu cara: Esta función, que antes era una promesa lejana, ahora es una realidad y funciona de forma alucinante. Apuntas a un menú en un restaurante italiano, le preguntas «¿qué pone aquí?» y las gafas te lo leen y traducen al instante. Es vivir en un episodio de ‘Black Mirror’, pero de los buenos.
  • El ‘Shazam’ para la vida real: La función «mira y dime qué ves» es, sencillamente, un superpoder. Hemos apuntado a monumentos en viajes y nos ha dado su historia; hemos mirado un plato de comida y nos ha sugerido una receta; hemos enfocado a una planta y nos ha dicho qué especie era. La capacidad de obtener información contextual del mundo real, sin sacar el móvil, es algo que, una vez que lo pruebas, es difícil de olvidar.
  • Integración real con tu vida digital: La conexión con WhatsApp y otras apps de Meta ahora es mucho más profunda. Puedes escuchar los mensajes que te llegan, dictar respuestas y hasta hacer videollamadas (aunque esto último sigue siendo un poco raro socialmente).

Un año de batalla: durabilidad, batería y el factor ‘Cringe’

Pero, ¿cómo ha envejecido el hardware tras un año de uso intensivo?

  • Durabilidad: Las gafas son unas Ray-Ban, y se nota. Aguantan bien el trote diario. Los cristales, si eres cuidadoso, no se rayan con facilidad y la montura sigue siendo sólida. Han sobrevivido a algún que otro golpe accidental sin problemas.
  • Batería: Aquí no hay milagros. Sigue siendo su talón de Aquiles. Con un uso intensivo de la IA y la cámara, la batería de las gafas se drena en unas 3-4 horas. El estuche-cargador sigue siendo absolutamente imprescindible y te da varias cargas completas, pero si eres un «heavy user», no esperes que te aguanten todo el día sin pasar por su «caja».
  • El factor ‘Cringe’ y la privacidad: ¿Sigue siendo raro llevarlas? Sí y no. En entornos turísticos o mientras haces deporte, pasan completamente desapercibidas. Pero en una cena con amigos o en una reunión, el pequeño LED blanco que se enciende al grabar sigue generando miradas de reojo y alguna que otra pregunta incómoda. La barrera social no ha desaparecido por completo. El debate sobre la privacidad sigue tan vivo como el primer día, y aunque Meta ha hecho esfuerzos, la sensación de que puedes estar grabando en cualquier momento sigue siendo un problema ético no resuelto.

El veredicto de 2025: ¿Para quién son AHORA las Ray-Ban Meta?

Si hace un año nuestra recomendación era un «cómpratelas si eres creador de contenido», ahora la cosa ha cambiado. Con la IA plenamente funcional, las Ray-Ban Meta han dejado de ser un simple gadget para convertirse en una herramienta de productividad y asistencia real.

  • ¿Son para todo el mundo? Probablemente no. Siguen siendo un producto de nicho para entusiastas de la tecnología, para los que llamamos early adopters.
  • ¿Son ahora una compra justificable? Absolutamente sí. Para viajeros, son una herramienta de traducción y guía turística espectacular. Para profesionales curiosos, son una ventana a cómo interactuaremos con la IA en el futuro. Para gente que simplemente quiere estar a la última, son el gadget más futurista que puedes comprar y usar en tu día a día sin parecer un ciborg.

Conclusión Gurú Tecno: el futuro ya está aquí, y se pone como unas gafas de sol

Las Ray-Ban Meta han completado su transformación. Han pasado de ser una promesa a ser una realidad. La llegada de la IA multimodal a Europa las ha convertido en el primer dispositivo wearable que de verdad se siente como un asistente personal inteligente.

Siguen teniendo problemas, por supuesto. La batería es mejorable y el debate sobre la privacidad seguirá persiguiéndolas. Pero han demostrado que el concepto de «gafas inteligentes», ese que Google intentó y con el que se estrelló, no solo es viable, sino que probablemente sea el futuro de la computación personal.

Hace un año, las Ray-Ban Meta eran un cuerpo bonito sin cerebro. Hoy, el cerebro ha despertado, y es brillante, útil y un poco aterrador. Son, sin lugar a dudas, uno de los gadgets más interesantes y definitorios de esta década. En Gurú Tecno lo tenemos claro: si quieres tocar el futuro con tus propias manos (o, mejor dicho, ponértelo en la cara), estas son tus gafas. El viaje ha merecido la pena.

¿Has probado las Ray-Ban Meta ahora que tienen IA? ¿Crees que superan el problema de la privacidad? ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTube, Instagram y Facebook.

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