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El rey se ACOBARDA: Porsche frena en seco su revolución eléctrica y seguirá vendiendo coches de gasolina hasta bien entrados los 2030

septiembre 20, 2025

Es la noticia que confirma el pánico, la gran marcha atrás. Porsche, la marca que se había erigido como el estandarte de la electrificación de alto rendimiento, acaba de dar un volantazo tan brusco que ha hecho temblar a toda la industria. Ante la cruda realidad de un mercado que no avanza al ritmo que los políticos y los directivos de marketing habían soñado, la compañía de Stuttgart ha decidido frenar en seco su ambiciosa estrategia eléctrica y volver a abrazar los motores de gasolina e híbridos.

Según informa el medio Carscoops, el propio CEO de Porsche y del Grupo Volkswagen, Oliver Blume, ha admitido que deben «adaptarse integralmente al nuevo panorama del mercado y a las demandas de los consumidores». Traducción: la gente no está comprando eléctricos al ritmo esperado, y necesitamos seguir vendiendo coches de gasolina para sobrevivir.

La autopsia de una rendición

El cambio de estrategia es radical y afecta a toda la futura gama de productos:

  • El super SUV (K1): El futuro SUV de ultralujo, conocido como K1 y que iba a ser 100% eléctrico, ahora tendrá también versiones de gasolina e híbridas enchufables.
  • Cayenne y Panamera, inmortales: Los dos pilares de la marca, el Cayenne y el Panamera, seguirán teniendo versiones de gasolina e híbridas al menos hasta bien entrada la década de 2030. Su jubilación eléctrica se pospone indefinidamente.
  • Nuevos eléctricos, congelados: Porsche ha pospuesto el lanzamiento de varios modelos 100% eléctricos que tenía en la recámara, y la nueva plataforma eléctrica que preparaban se retrasará y se rediseñará.

Atrapados entre China, EEUU y la realidad

Blume ha sido honesto sobre las razones de este frenazo. Están siendo golpeados por una tormenta perfecta: los aranceles de Trump en Estados Unidos, el enfriamiento del mercado de lujo en China y, sobre todo, la desaceleración global en la adopción de vehículos eléctricos.

Este giro de guion, además, tendrá un coste financiero brutal. Retrasar el desarrollo de las nuevas plataformas eléctricas supondrá un agujero en el beneficio operativo de hasta 1.800 millones de euros solo en 2025.

El veredicto del Gurú: un doloroso baño de realidad

La marcha atrás de Porsche es la confirmación definitiva de que la transición forzosa al coche eléctrico ha sido un fracaso de planificación. Es un baño de realidad para toda la industria y, sobre todo, para los políticos que han legislado de espaldas al mercado y a la tecnología.

Porsche, como Opel, ha tenido que rendirse a la evidencia. No puedes obligar a la gente a comprar una tecnología que todavía es cara, que no tiene una infraestructura de carga adecuada y que no se adapta a las necesidades de todos los conductores. La decisión de mantener vivos sus motores de combustión no es una traición al futuro, es una estrategia de supervivencia. Es la prueba de que, en los próximos años, la flexibilidad será la única ley que gobierne la industria del motor.

¿Crees que Porsche hace bien en dar marcha atrás? ¿Está el coche eléctrico abocado a ser un producto de nicho durante más tiempo? El debate sobre el futuro de la automoción está al rojo vivo. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.

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