
Con la explosiva popularidad de OpenAI Sora, la herramienta de generación de vídeo por IA, los problemas de derechos de autor han recibido una atención creciente. Ante la proliferación de contenido creativo, y en ocasiones controvertido, que utiliza personajes de la cultura popular, OpenAI está implementando cambios significativos en su política.
Regulación de apariciones de personajes virtuales
Un ejemplo reciente de la capacidad de Sora ha sido un video de parodia de Bob Esponja de «Breaking Bad», donde no solo los personajes están perfectamente restaurados, sino que el doblaje es sorprendentemente fiel al original. La viralidad de este tipo de creaciones ha puesto de manifiesto la necesidad de una regulación clara.

Bill Peebles, líder del equipo de Sora, ha declarado hoy que las apariciones de personajes virtuales en videos «están en la hoja de ruta de desarrollo». Esto significa que Sora introducirá funciones legítimas de cooperación entre personajes virtuales en el futuro, permitiendo a los creadores utilizar figuras conocidas de forma autorizada.
Controles detallados y reparto de ingresos
Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, anunció previamente ajustes a la política de derechos de autor de la compañía. Altman afirmó que los titulares de derechos de autor han mostrado un interés significativo en este tipo de creación interactiva de fans. En respuesta, OpenAI ofrecerá controles más detallados, similares al mecanismo de suscripción voluntaria para el uso de imágenes personales, pero con controles adicionales para la propiedad intelectual.

Además, Altman reveló que la plataforma pronto lanzará algún tipo de plan de reparto de ingresos para los titulares de derechos de autor que permitan el uso de sus personajes. Sin embargo, advirtió que el modelo de reparto específico podría tener que «determinarse mediante experimentación continua», dadas las complejidades inherentes a la valoración de la propiedad intelectual en un entorno generativo.
Frenar el contenido no autorizado e inapropiado
La medida de OpenAI tiene un doble objetivo. Por un lado, busca fomentar la creación legítima y la colaboración con los titulares de derechos de autor. Por otro, pretende limitar la propagación de contenido no autorizado, incluyendo videos de personajes virtuales extremos o inapropiados que aparecieron anteriormente en Sora. Esto abarca desde imágenes de personajes que involucran actividades ilegales hasta adaptaciones de contenido que no se alinean con la integridad de la propiedad intelectual original.
Estos ajustes reflejan el compromiso de OpenAI de navegar por el complejo panorama de los derechos de autor en la era de la IA generativa, buscando un equilibrio entre la libertad creativa y la protección de la propiedad intelectual.
El veredicto del Gurú: OpenAI lidera la carga en la gestión de derechos de autor en IA generativa
La rápida evolución de herramientas como OpenAI Sora ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de abordar la cuestión de los derechos de autor y la propiedad intelectual en la IA generativa. La decisión de OpenAI de ajustar su política para permitir la aparición de personajes de anime auténticos, pero bajo un marco controlado, es un paso audaz y necesario que podría sentar un precedente para toda la industria.
La promesa de controles detallados para los titulares de derechos de autor y, especialmente, la exploración de un plan de reparto de ingresos, son iniciativas cruciales. Esto no solo busca mitigar las preocupaciones legales, sino también convertir a los titulares de derechos en socios, no en adversarios, en el ecosistema de la IA generativa. La «experimentación continua» en el modelo de reparto de ingresos es sensata, dada la complejidad de valorar el uso de IP en un contexto donde la IA puede generar infinitas variaciones.
Además, la intención de limitar la propagación de contenido no autorizado e inapropiado es vital para mantener la reputación de la plataforma y garantizar un uso ético de la tecnología. La capacidad de Sora para generar videos con un realismo asombroso, como la parodia de Bob Esponja de «Breaking Bad», subraya tanto su potencial creativo como los riesgos si no se gestiona adecuadamente.
OpenAI está, sin duda, liderando la carga en la búsqueda de soluciones a uno de los desafíos más complejos de la IA actual. Su enfoque en la colaboración y la compensación podría ser la clave para desbloquear una nueva era de creatividad legítima y compartida entre la IA y los creadores humanos.
¿Qué opinas de los ajustes de OpenAI a la política de derechos de autor de Sora? ¿Creéis que los planes de reparto de ingresos y los controles detallados serán suficientes para proteger la propiedad intelectual? El debate está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.