
La guerra por el dispositivo que sustituirá al smartphone se libra en nuestra cara, y Meta está a punto de lanzar su ofensiva más ambiciosa hasta la fecha. Nuevos informes de la cadena CNBC confirman lo que ya se venía rumoreando: en su conferencia anual Connect, en septiembre, Mark Zuckerberg presentará sus nuevas gafas inteligentes, con el nombre en clave «Hypernova». Y no son unas Ray-Ban con una cámara mejorada. Son el primer intento serio de una gran compañía de crear unas gafas con pantalla integrada para el mercado de masas.
Pero la verdadera revolución no estará en las gafas, sino en cómo las controlaremos. Olvídate de los botones táctiles en la patilla. Las Hypernova vendrán acompañadas de una pulsera de control por gestos, una tecnología que parece sacada de la ciencia ficción y que es la verdadera arma secreta de Meta para dominar la próxima era de la computación.
La magia de CTRL-Labs: leer los impulsos de tus nervios
Aquí está la genialidad. La pulsera utilizará la tecnología de CTRL-Labs, una startup que Meta compró hace años por una fortuna. No es una simple pulsera que detecta el movimiento de tu mano. Utiliza sensores de electromiografía de superficie (sEMG) para leer las señales eléctricas que tus nervios motores envían desde tu cerebro a tu mano.
¿Traducción? La pulsera sabe qué gesto quieres hacer, incluso antes de que lo hagas. Podrás controlar la interfaz de las gafas con microgestos de tus dedos, casi imperceptibles. Es lo más cercano a «controlar la tecnología con la mente» que existe hoy en día. No es un simple mando a distancia, es una interfaz neuronal.

Las gafas: un paso intermedio con sacrificios
Las gafas en sí son un paso importante, pero con compromisos. Serán las primeras de Meta con una pantalla en la lente derecha, aunque con un campo de visión limitado de 20 grados, suficiente para ver notificaciones, mensajes de texto o indicaciones, pero no para una experiencia de realidad aumentada inmersiva.
Y aquí viene la letra pequeña. Para meter toda esta tecnología, las Hypernova serán ligeramente más gruesas y pesadas que las Ray-Ban actuales. La propia Meta, según el informe, ha reducido sus expectativas de ventas iniciales, consciente de que es un producto de primera generación. El precio, como ya habíamos adelantado, rondará los 800 dólares, una cifra con la que Meta seguramente perderá dinero con cada unidad vendida, en una apuesta por crear un ecosistema antes que nadie.
Una apuesta a largo plazo (y muy cara)
La estrategia de Meta es una inversión a futuro. La división de Realidad Aumentada, Reality Labs, ha perdido la demencial cifra de 70.000 millones de dólares desde 2020. Las Hypernova y su pulsera no son un producto para ganar dinero hoy. Son una plataforma. Son una forma de poner en manos de los desarrolladores la tecnología del futuro (la interfaz neuronal) para que empiecen a crear las aplicaciones que harán que, en unos años, todo el mundo quiera llevar unas gafas de este tipo.
Es una jugada de un riesgo brutal, pero es la única que puede hacer Zuckerberg si quiere que su compañía no se quede obsoleta en la era post-smartphone. Está construyendo, a golpe de talonario y con pérdidas milmillonarias, la que espera que sea la próxima gran plataforma de la historia de la tecnología.
¿Te comprarías unas gafas de 800€ para ver notificaciones? ¿Es la pulsera de control neuronal el futuro de la interacción con la tecnología? El debate está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.