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Mercedes admite su FRACASO: el eléctrico EQS fue un desastre ‘demasiado moderno’ (y la solución es copiar a BMW)

julio 13, 2025

En un ataque de sinceridad tan brutal como inusual en la hermética industria del automóvil, el jefe de diseño de Mercedes-Benz, Gordon Wagener, ha confesado públicamente lo que todo el sector susurraba por los pasillos: la han liado parda con el diseño de su buque insignia eléctrico, el EQS. Según Wagener, el coche era «quizás diez años adelantado» y su estrategia de marketing fue un desastre. El resultado: el coche no ha funcionado como se esperaba.

Y la solución que ha tomado Mercedes ante este fiasco es aún más dolorosa: han cancelado el desarrollo de la segunda generación del EQS y, en un movimiento que es una rendición en toda regla, unificarán la futura Clase S para que tenga versiones tanto de combustión como eléctricas, es decir, van a copiar la estrategia que su archirrival, BMW, ya aplica con su Serie 7 e i7. Crónica de un fracaso anunciado que en Gurú Tecno te destripamos.

El ‘pecado original’: un diseño de ‘huevo’ demasiado futurista para un público que quiere coches de mafioso

El principal problema del EQS, según admite su propio creador, fue de concepto. Mercedes diseñó una nave espacial, un coche con una silueta en forma de «huevo» ultra aerodinámica, pensando en la eficiencia y en un público tecnológico. Pero se olvidaron de quién compra realmente sus berlinas de lujo.

Wagener lo admite sin tapujos: «Muchos usuarios en este segmento de mercado prefieren frontales largos y un toque de solemnidad, pero el EQS no cumple con estas expectativas. Es un tipo de coche completamente diferente«.

Traducido del lenguaje corporativo al de la calle: diseñaron un coche para un ‘techie’ de Silicon Valley y se lo intentaron vender a un banquero de Frankfurt que lo que quiere es un coche que imponga respeto, no una cápsula futurista. El público no era demasiado ‘tonto’ para entender el coche; el coche era demasiado ‘raro’ para su público de toda la vida.

El marketing que no supo vender la ‘nave espacial’ (porque no era la nave que prometía)

El segundo error garrafal fue de marketing. Todo el mundo percibió el EQS como «el Clase S eléctrico». Pero Mercedes insiste en que nunca lo fue. Wagener llega a decir que quizás deberían haberlo promocionado de otra manera, como un «CLS futurista o un cupé de la Clase S».

El problema es que, si lo vendes como un coche de 150.000 euros, la gente espera la opulencia y la presencia de un Clase S, no un experimento de diseño. La marca intentó arreglarlo con un ligero rediseño el año pasado, poniéndole una parrilla delantera más tradicional, pero el «huevo» seguía siendo un «huevo».

La rendición: no habrá un EQS 2, la Clase S lo absorberá todo (y BMW se ríe desde Múnich)

Ante el fracaso comercial y de imagen, Mercedes ha tomado la decisión más drástica y, a la vez, más lógica: ha cancelado por completo el desarrollo de una segunda generación del EQS como plataforma independiente.

¿Cuál es el nuevo plan? Unificar la plataforma de la futura Clase S para que pueda albergar tanto motores de combustión como sistemas eléctricos puros. Una estrategia pragmática que permite ahorrar costes y ofrecer al cliente lo que pide. El único «problema» es que esta estrategia es un calco exacto de lo que BMW ya hace con su Serie 7 y su versión eléctrica, el i7. Es admitir, públicamente, que tu mayor rival tenía una estrategia mejor que la tuya.

Un futuro lejano (2030) y una lenta y dolorosa agonía para el EQS actual

Este nuevo y unificado Clase S/EQS no se espera que llegue al mercado hasta el año 2030. Esto significa que el EQS actual, el «huevo», tiene que aguantar en el mercado durante varios años más. Mercedes ha confirmado que lanzará una nueva ronda de actualizaciones integrales el año que viene, pero centradas en mejorar la funcionalidad y la tecnología, no en grandes cambios de estilo. El coche seguirá siendo el mismo hasta el final de sus días.

Conclusión Gurú Tecno: una lección de humildad carísima para Mercedes

La historia del Mercedes EQS pasará a los libros como un caso de estudio de cómo un gigante de la industria puede fracasar estrepitosamente al intentar ser demasiado innovador sin entender a su cliente. El EQS es una maravilla tecnológica, un prodigio de la eficiencia aerodinámica, pero fue un fracaso porque se olvidaron de para quién estaban diseñando el coche.

La honestidad de su jefe de diseño se agradece, pero no borra el que ha sido uno de los mayores tropiezos estratégicos de una marca legendaria en su transición a la era eléctrica. La decisión de cancelar su futuro y «copiar» la estrategia de BMW es la prueba definitiva de la magnitud del error.

A veces, el futuro no llega cuando tú quieres, sino cuando tus clientes están preparados para él. Y los clientes de Mercedes, de momento, siguen queriendo coches que parezcan coches, no supositorios con ruedas y una estrella de tres puntas.

¿Crees que Mercedes hizo bien con el diseño del EQS o fue un error desde el principio? ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTube, Instagram y Facebook.

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