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La historia SECRETA de macOS: la traición, la venganza y el ‘Frankenstein’ que salvó a Apple de la quiebra

julio 26, 2025

En el panteón de la tecnología, hay productos que son importantes y luego está macOS. Es el alma de cada Mac, el sistema operativo que durante décadas ha sido el estandarte del diseño, la usabilidad y la creatividad. Pero su historia, lejos de ser un plácido cuento de hadas diseñado en Cupertino, es una auténtica epopeya de traiciones, guerras civiles, fracasos monumentales y una apuesta a la desesperada que lo cambió todo. La historia de macOS es, en realidad, la historia de cómo Apple estuvo a 90 días de la bancarrota y fue salvada, irónicamente, por el hombre al que habían desterrado.

En Gurú Tecno, vamos a sumergirnos en las profundidades de esta crónica, a destripar el ADN de un sistema operativo que es un auténtico «Frankenstein» tecnológico, una genialidad nacida del caos.

El origen: la visión de un rebelde y el ‘robo’ que cambió el mundo

La historia comienza a finales de los 70. Un ingeniero de Apple llamado Jef Raskin tuvo una visión: crear un ordenador «para el hombre de la calle», un dispositivo asequible y tan intuitivo que no necesitara manual de instrucciones. Lo llamó «Macintosh». Pero en su camino se cruzó un Steve Jobs recién expulsado del proyecto Lisa, que vio en el Mac la oportunidad de crear su propia obra maestra.

Jobs, tras su legendaria (y polémica) visita al laboratorio Xerox PARC, donde vio por primera vez una interfaz gráfica de usuario (GUI) y un ratón, tuvo una epifanía. Ese era el futuro. Y no dudó en «tomar prestadas» esas ideas para el Macintosh. Con la ayuda del genio de la programación Bill Atkinson, que creó la revolucionaria rutina gráfica QuickDraw, el Mac empezó a tomar forma. Pero la tensión entre la visión de Raskin (un dispositivo asequible) y la de Jobs (una obra de arte sin compromisos) acabó con la renuncia del primero. Jobs tenía el control total.

El pecado original del ‘Classic’ Mac OS: un castillo de naipes

El Macintosh de 1984 y su sistema operativo eran una maravilla visual, pero a nivel técnico, eran un castillo de naipes. Para funcionar en los escasos 128 KB de RAM de la máquina, los ingenieros tuvieron que hacer auténtica brujería, reescribiendo gran parte del código en lenguaje ensamblador. Pero esta optimización extrema tenía un precio: el «Classic» Mac OS carecía de dos características fundamentales que ya empezaban a ser estándar en otros sistemas:

  • Memoria protegida: Si una sola aplicación se colgaba, se llevaba por delante a todo el sistema operativo. El famoso «pantallazo de la bomba».
  • Multitarea apropiativa: El sistema no era capaz de gestionar de forma inteligente los recursos del procesador. Una tarea podía monopolizar la CPU y congelar todo el sistema.

La traición, el exilio y la forja del arma secreta: NeXTSTEP

Tras el éxito inicial, las ventas del Mac se desplomaron. La lucha de poder entre Jobs y el CEO que él mismo había fichado, John Sculley, culminó en la traición más famosa de Silicon Valley: Jobs fue expulsado de su propia compañía en 1985.

Desterrado, Jobs fundó NeXT. Y allí, lejos de las presiones comerciales de Apple, creó el que sería su verdadero legado técnico: el sistema operativo NeXTSTEP. Y para ello, tomó una decisión de ingeniería brillante. En lugar de empezar de cero, adoptó como núcleo el kernel Mach, un proyecto de la Universidad Carnegie Mellon.

  • La ‘chicha’ técnica: El kernel Mach era una maravilla. Ofrecía de serie todo lo que le faltaba al Mac OS: multitarea apropiativa real, memoria protegida y una arquitectura de micronúcleo increíblemente flexible. Sobre esta base sólida, los ingenieros de NeXT, liderados por el genial Avie Tevanian, añadieron componentes del robusto sistema BSD Unix (para la gestión de archivos y redes) y crearon una capa de programación orientada a objetos que estaba a años luz de cualquier cosa en el mercado. NeXTSTEP era una bestia.

Mientras tanto, en Cupertino… el desastre de ‘Copland’

Apple, sin Jobs, se desangraba. Su sistema operativo era un dinosaurio incapaz de competir con el emergente Windows 95. Intentaron reescribirlo desde cero en un proyecto llamado «Copland», pero fue un fracaso monumental, un caos de desarrollo que consumió millones de dólares y nunca llegó a funcionar.

A finales de 1996, Apple estaba desesperada. Necesitaban un sistema operativo moderno o morirían. Y solo había dos opciones sobre la mesa: comprar BeOS (de un ex-empleado de Apple) o comprar NeXT.

El regreso del rey (y su sistema operativo bajo el brazo)

En una demostración legendaria, Avie Tevanian mostró cómo NeXTSTEP podía ejecutar varias aplicaciones complejas a la vez sin despeinarse, mientras el prototipo de Copland se arrastraba. La decisión fue obvia. Apple compró NeXT por 400 millones de dólares, y con ello, no solo recuperó a Steve Jobs, sino que adquirió el arma secreta que salvaría a la compañía.

Mac OS X: el ‘Frankenstein’ genial que conquistó el mundo

Lo que vino después fue una de las mayores hazañas de la ingeniería de software. El equipo de Tevanian fusionó lo mejor de NeXTSTEP con la tecnología de Apple para crear Mac OS X.

  • El Núcleo Híbrido XNU: El corazón del nuevo sistema. Es un «Frankenstein» que combina el micronúcleo Mach con componentes del monolítico FreeBSD y un sistema de drivers propio de Apple. Esta arquitectura híbrida le daba la estabilidad de Unix y la flexibilidad para innovar.
  • Darwin, el corazón abierto: Apple decidió liberar todo este núcleo (XNU y las herramientas de BSD) como un proyecto de código abierto llamado Darwin, una jugada maestra para atraer a la comunidad de desarrolladores de Unix.
  • Aqua, la cara bonita: Sobre esta base de roca sólida, Apple puso una nueva y espectacular interfaz gráfica llamada Aqua, con sus transparencias, sus sombras y su icónico dock.

Era la combinación perfecta: la estabilidad y la potencia de Unix con la facilidad de uso y el diseño exquisito de Apple.

El legado: el ADN de un Imperio

Esa base técnica, ese «Frankenstein» llamado Darwin, fue la clave de todo lo que vino después. Su robustez y flexibilidad permitieron a Apple:

  • Crear iOS, iPadOS, watchOS y tvOS, que no son más que versiones adaptadas del mismo núcleo macOS.
  • Ejecutar la transición de los procesadores PowerPC a Intel sin que los usuarios apenas lo notaran.
  • Y, más recientemente, ejecutar la transición de Intel a sus propios chips Apple Silicon (ARM), una proeza que habría sido imposible sin la flexibilidad de su núcleo XNU.

Conclusión Gurú Tecno: una Historia de Caos, Genialidad y Venganza

La historia de macOS es la prueba de que, a veces, los mayores éxitos nacen de los fracasos más estrepitosos. Es una historia de una guerra civil, de un rey desterrado que forjó su arma en el exilio y que volvió para salvar su reino de la ruina.

macOS no es un sistema operativo que fue diseñado; fue ensamblado. Es un ‘Frankenstein’ genial, una mezcla de tecnologías (Mach, BSD, Apple) que, contra todo pronóstico, no solo funcionó, sino que se convirtió en la base del ecosistema tecnológico más rentable y poderoso del planeta. Es la mayor historia de venganza y redención de la historia de la informática. Y por eso, es tan jodidamente fascinante.

¿Conocías el origen ‘Frankenstein’ de macOS? ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en [enlace sospechoso eliminado], Instagram y Facebook.

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