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Traición en Cupertino: se filtra la GUERRA CIVIL que está destruyendo la IA de Apple (y por qué se arrodillarán ante OpenAI)

julio 23, 2025

Mientras Apple nos intentaba vender su tímida «Apple Intelligence» en la última WWDC con una sonrisa Profidén, en las profundidades de Apple Park se estaba librando una auténtica guerra civil. Una batalla por el alma de la IA de Apple que ha acabado con dimisiones clave, un equipo desmoralizado y, lo que es peor, una humillación estratégica que les obligará a arrodillarse ante sus mayores rivales. Un nuevo y demoledor informe del medio The Information acaba de destapar la cruda realidad: Apple está perdiendo la guerra de la IA no por falta de talento, sino por el miedo y la arrogancia de sus propios directivos.

En Gurú Tecno, vamos a destripar esta historia de traiciones, egos y decisiones catastróficas que explican por qué Siri sigue siendo tonta y por qué Apple está a punto de tirar la toalla.

La propuesta que pudo salvarlos: la rebelión del ‘código abierto’

A principios de este año, el equipo de desarrollo de modelos de IA de Apple, liderado por Ruoming Pang, tuvo una idea brillante y herética para los estándares de Cupertino: publicar varios de sus modelos de IA como código abierto.

  • La ‘chicha’ técnica: La idea era una genialidad estratégica. En un mundo donde Meta triunfa con Llama y Google con Gemma, abrir sus modelos les habría permitido atraer talento, acelerar la investigación gracias a la colaboración de la comunidad externa y, sobre todo, demostrar al mundo que ellos también sabían jugar en la liga de la IA de vanguardia.
  • El objetivo: No solo era una cuestión de imagen. Era una forma de recibir feedback, de mejorar sus modelos a una velocidad que su secretismo interno jamás permitiría.

La traición de Federighi: el miedo a parecer ‘inferiores’

Pero la propuesta se topó con un muro. Un muro llamado Craig Federighi, el todopoderoso vicepresidente de ingeniería de software. Según la filtración, Federighi rechazó de plano la propuesta. Y su razonamiento es tan revelador como patético:

  1. La excusa oficial: Le dijo al equipo que ya había suficientes modelos de código abierto en el mercado y que Apple no necesitaba añadir más. Una excusa pobre y condescendiente.
  2. La verdadera razón (el MIEDO): Pero la verdadera razón, la que destapa la podredumbre del asunto, es que a Federighi le aterraba que, una vez que sus modelos se publicaran, el mundo exterior viera claramente que, tras ser comprimidos y «capados» para poder funcionar en un iPhone, su rendimiento era significativamente inferior al de las bestias que corren en los centros de datos de la competencia.

Es la definición de cobardía corporativa. Por miedo a que una comparativa en un benchmark les dejara en mal lugar, por pánico a que se viera que su IA ‘de bolsillo’ no podía competir con la de la nube, Federighi prefirió estrangular la innovación interna y condenar a su equipo a la irrelevancia. Un acto de proteccionismo que ha resultado ser un tiro en el pie de proporciones bíblicas.

La jaula de oro de la privacidad y la fuga de cerebros

Esta decisión se convirtió en la gota que colmó el vaso para muchos investigadores del equipo, que ya se sentían frustrados por la obsesión de Apple con una estrategia de IA «en el dispositivo primero». Una estrategia que, aunque es un genial argumento de marketing para vender «privacidad», en la práctica es una cárcel técnica que limita gravemente el potencial de sus modelos.

El resultado fue inevitable: Ruoming Pang, el jefe del equipo, acabó abandonando la compañía, harto de luchar contra los muros de la propia dirección.

La humillación final: Apple se arrodilla ante OpenAI y Google

Y aquí llega el final de la tragedia, la consecuencia directa de la cobardía de Federighi. Tras rechazar y desmotivar a su propio equipo, y al ver que su IA no estaba a la altura, ¿cuál ha sido la solución de Apple? Ir a pedirle limosna a sus mayores rivales.

El informe confirma lo que ya se rumoreaba: Apple se ha puesto en contacto con OpenAI, Anthropic y Google para explorar la posibilidad de utilizar sus grandes modelos de lenguaje (LLM) para potenciar la próxima generación de Siri.

Es la humillación definitiva. Después de despreciar a tus propios ingenieros por miedo a no ser el mejor, acabas teniendo que pagar una fortuna a tus competidores para que te saquen las castañas del fuego y arreglen la chapuza que es Siri. No se puede ser más torpe estratégicamente.

Conclusión Gurú Tecno: una crisis de visión, no de talento

La historia de la agitación en el equipo de IA de Apple es la crónica de un fracaso autoinfligido. Demuestra que el problema de Apple no es la falta de ingenieros brillantes, sino una cultura corporativa basada en el miedo, el secretismo extremo y una arrogancia que, en la era abierta y colaborativa de la IA, se ha convertido en su mayor debilidad.

Rechazaron la innovación por miedo a la comparación, y ahora se ven forzados a comprar la innovación de otros. La guerra de la IA no la está perdiendo Apple por falta de soldados, sino por la cobardía de sus generales. Y mientras sigan priorizando el marketing de la ‘privacidad’ por encima de la potencia real y el miedo a la crítica por encima de la apertura, seguirán estando a la cola de una revolución que ellos, irónicamente, ayudaron a empezar. La traición no ha sido a la compañía; ha sido a sus propios principios de innovación.

¿Crees que Apple ha cometido un error histórico? ¿Podrán recuperarse de este bache en la IA? ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTube, Instagram y Facebook.

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