
En el mundo de la tecnología, a veces la mayor innovación es tener la humildad de admitir que tu rival tuvo una idea cojonuda y copiarla. Y Google, después de cinco largos años viendo desde la barrera cómo Apple construía un imperio de accesorios con sus imanes, por fin ha dado el paso. Junto a la nueva y flamante serie Pixel 10, han presentado Pixelsnap, su propia tecnología de carga y acoplamiento inalámbrico.
No te dejes engañar por el nombre rimbombante. Es, en esencia, una copia descarada y necesaria del MagSafe del iPhone. Y es, probablemente, una de las mejores noticias que han salido del evento de Google.
La magia de los imanes (y del estándar Qi2)
Si has usado un iPhone reciente, conoces la magia. Acercas el cargador, un clac satisfactorio, y el móvil empieza a cargar, perfectamente alineado. Esa es la experiencia que Pixelsnap trae por fin al universo Pixel. Se acabó el tener que buscar el punto exacto en la base de carga por la noche o que una vibración desplace el móvil y te encuentres por la mañana con un 0% de batería.
Pero aquí viene la jugada inteligente de Google. No han creado un sistema propietario y cerrado como hizo Apple al principio. Se han basado en el nuevo estándar abierto Qi2, que, irónicamente, se basa en la propia tecnología MagSafe que Apple cedió al consorcio de carga inalámbrica (WPC).

¿Traducción? Por primera vez, se crea un ecosistema de accesorios magnéticos universal. Los miles de cargadores, baterías, soportes y carteras que ya existen para MagSafe y Qi2 serán, en teoría, compatibles con los nuevos Pixel 10. Es el fin de la guerra de los cargadores magnéticos.
La letra pequeña: no toda la velocidad es para todos
Como es costumbre en Google, la implementación viene con una letra pequeña un tanto rastrera. Aunque el nuevo estándar Qi2.2 permite velocidades de hasta 25W, no todos los Pixel 10 la aprovecharán.
- Pixel 10 y Pixel 10 Pro: La carga inalámbrica Pixelsnap estará limitada a 15W.
- Pixel 10 Pro XL: Solo el modelo más grande y caro disfrutará de la carga completa de 25W.

Es una forma un tanto artificial de segmentar su gama y de empujar a los usuarios a comprar el modelo más caro, una jugada muy al estilo de Apple que no nos gusta un pelo.
Un ecosistema que nace maduro
La llegada de Pixelsnap es una noticia espectacular para el ecosistema Android. Google no solo ha presentado sus propios accesorios (un cargador circular, un soporte y un ingenioso anillo para sujetar el móvil), sino que abre la puerta a que un tsunami de fabricantes como Anker, Ugreen o Baseus inunden el mercado con opciones de calidad a precios competitivos.

Es una mejora de «calidad de vida» que era absolutamente necesaria. Google ha tardado cinco años en reaccionar, pero su decisión de hacerlo a través de un estándar abierto como Qi2 es la correcta. Más vale tarde y bien, que nunca.
¿Es esta la característica que le faltaba al Pixel para ser el móvil Android definitivo? ¿Crees que Google logrará crear un ecosistema de accesorios tan potente como el de Apple? La guerra de los imanes ha comenzado. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.