
El divorcio tecnológico del año está servido. Después de meses (¡años!) de rumores y especulaciones, la noticia se ha confirmado: Google abandona a Samsung como fabricante de sus procesadores Tensor y se echa en brazos del líder indiscutible del mercado, la taiwanesa TSMC. Este movimiento sísmico, reportado por medios coreanos como The Bell, comenzará con el futuro Tensor G5, el cerebro que potenciará a la familia Google Pixel 10 en 2025.
Para Samsung, esto no es solo perder un cliente; es una humillación pública que ha «conmocionado» a sus directivos y ha forzado una «reestructuración» de emergencia en su división de semiconductores. Para los usuarios de Pixel, sin embargo, estas son las mejores noticias que podrían recibir: por fin, sus móviles podrían tener un motor de Fórmula 1 sin concesiones.
Adiós Samsung, hola TSMC: el Tensor G5 del Pixel 10 será de 3nm (de los buenos de verdad)
La «traición» es total y a largo plazo. Según las filtraciones, Google no solo fabricará el Tensor G5 en el avanzado proceso de 3nm de TSMC (el mismo que usan los buques insignia más potentes del mercado), sino que ya habría firmado un contrato que se extiende hasta, como mínimo, el Pixel 14 en 2029. De hecho, se espera que el Tensor G6 del Pixel 11 (en 2026) ya dé el salto al proceso de 2nm de nueva generación de TSMC.
Esto significa que la próxima generación, los Pixel 9 que veremos este año, serán los últimos móviles de Google con un procesador fabricado por Samsung.
Para los que hemos seguido la trayectoria de los chips Tensor, esto son noticias cojonudas. Se acabó (esperemos) la era de los Tensor ‘calentitos’, con un rendimiento por vatio cuestionable y siempre un pasito por detrás de la competencia. El salto a la tecnología de fabricación de TSMC debería suponer una mejora brutal en potencia y, sobre todo, en eficiencia energética para el Pixel 10.

El ‘shock’ en Samsung: caída de cuota de mercado, pánico y una reestructuración forzada
La decisión de Google ha caído como un meteorito en las oficinas de Samsung Foundry. Según los insiders de la industria coreana, la noticia ha conmocionado a los altos ejecutivos y ha provocado una revisión completa de la estrategia de su negocio de fabricación de chips.
No es para menos. La división de fundición de Samsung lleva tiempo pasándolo mal. Ya está presionada por la propia TSMC en cuanto al rendimiento de producción de su proceso de 3nm, y su cuota de mercado global ha caído por debajo del 8%, viéndose amenazada incluso por competidores chinos como SMIC. Perder un cliente del calibre de Google, que aunque venda menos que Samsung, es un escaparate tecnológico de primer nivel, es un golpe devastador para su reputación y su negocio. Se habla incluso de la posibilidad de que Samsung acabe escindiendo su negocio de fundición de la nave nodriza y fusionando la subdivisión LSI en otros departamentos.

¿Por qué ha huido Google del barco de Samsung? Los problemas de rendimiento y las limitaciones de propiedad intelectual
El divorcio no ha sido por un simple capricho. Hay razones técnicas y estratégicas de mucho peso:
- Rendimiento y fiabilidad del proceso de 3nm: Es un secreto a voces en la industria que el rendimiento por oblea (yield) del proceso de 3nm de Samsung es inferior al de TSMC. Esto se traduce en mayores costes y en chips menos eficientes.
- Propiedad intelectual insuficiente: Aparentemente, Samsung no dispone de la propiedad intelectual y los «bloques» de diseño necesarios para que Google pueda crear un chip Tensor totalmente personalizado y a la altura de sus ambiciones en IA y otras funciones avanzadas.
- Competencia directa y hostil: Y la razón más obvia. Google y Samsung son los dos mayores rivales en el ecosistema Android de gama alta. Para Google, depender de su principal competidor para fabricar el «cerebro» de su producto estrella es una vulnerabilidad estratégica inaceptable, especialmente si no obtiene beneficios tangibles a cambio. «Es como pedirle a tu archienemigo que te fabrique la espada con la que vas a luchar contra él en la final. Simplemente, no tiene sentido.»
El único lazo que queda (de momento): el módem Exynos 5G
Eso sí, parece que la ruptura no será total. Para mantener los costes a raya, se espera que el Pixel 10 siga utilizando un módem 5G de la familia Exynos, fabricado por Samsung. Una pequeña atadura que queda, probablemente por una cuestión de pasta y porque, de momento, los módems de Samsung siguen siendo una opción competitiva.
Conclusión Gurú Tecno: el divorcio tecnológico del año que beneficiará (y mucho) a los futuros Pixel
El cambio de Google de Samsung a TSMC para la fabricación de sus chips Tensor es un movimiento sísmico en el universo Android. Es la confirmación de que Google se está tomando sus ambiciones de hardware mucho más en serio, aliándose con el mejor fabricante del mundo para crear, por fin, un procesador sin compromisos.
Para los futuros usuarios de Pixel, las noticias no podrían ser mejores. El Pixel 10 tiene el potencial de ser el primer Pixel con un «motor» que realmente compita de tú a tú con los iPhone y los mejores Snapdragon. Para Samsung, sin embargo, es un golpe durísimo a su orgullo y a su negocio, que le obliga a una profunda reflexión si quiere volver a ser relevante en la fabricación de chips de vanguardia para terceros.
La guerra fría del silicio entre Corea y Taiwán tiene un nuevo y claro ganador. Google ha elegido bando, y se ha ido con el líder. A Samsung le toca ahora una dura travesía por el desierto para demostrar que puede volver a competir. Mientras tanto, los fans de los Pixel ya estamos frotándonos las manos esperando al Tensor G5 ‘made by TSMC’.
¿Crees que este cambio hará que los Pixel por fin despeguen en ventas? ¿Podrá Samsung recuperarse de este golpe? ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTube, Instagram y Facebook.