Saltar al contenido

La explicación de Google a la carga LENTA del Pixel 10: ¿pura física o una excusa para que compres el modelo más caro?

agosto 22, 2025

Una de las grandes novedades de la nueva y flamante serie Pixel 10 ha sido, por fin, la llegada de Pixelsnap, la respuesta de Google al MagSafe de Apple. Una tecnología genial que promete un ecosistema de accesorios magnéticos. Pero en cuanto se anunciaron las especificaciones, saltó la alarma entre los más detallistas: la velocidad de carga no es la misma para todos. Y no, no es un error.

El Pixel 10 Pro XL alcanza los 25W que promete el estándar Qi2.2, pero sus hermanos «pequeños», el Pixel 10 y el 10 Pro, se quedan «capados» a unos más modestos 15W. Y antes de que la comunidad empezara a afilar las horcas, Google, en un movimiento de transparencia poco habitual y consultado por el medio Android Central, ha salido a dar la explicación. Y la respuesta es una mezcla de física, sentido común y, seamos sinceros, un poco de marketing.

La física es la que manda: el problema del calor

La razón número uno, y la más lógica, es el calor. La carga inalámbrica es, por naturaleza, ineficiente, y gran parte de la energía se pierde en forma de calor, que es el enemigo mortal de cualquier componente electrónico, especialmente de la batería.

El Pixel 10 Pro XL, al ser un bicho de 6,8 pulgadas, tiene más superficie y un sistema de refrigeración por cámara de vapor de mayor tamaño. Sencillamente, puede disipar el calor de una carga de 25W de forma segura. Los modelos más pequeños, con sus sistemas de refrigeración más compactos (cámara de vapor más pequeña en el Pro y una lámina de grafeno en el modelo base), no tienen ese «margen térmico». Limitar la carga a 15W es una decisión de ingeniería para evitar que el móvil se convierta en una tostadora.

La promesa de los 7 años: cuidando la batería a largo plazo

La segunda razón es una consecuencia directa de la primera y está ligada a la mayor promesa de Google: los 7 años de actualizaciones de software. Para que un teléfono siga siendo usable en 2032, su batería no puede estar degradada al 50% en dos años. Someter a una batería a un estrés térmico constante con cargas ultrarrápidas acelera su degradación de forma masiva.

Al limitar la potencia de carga en los modelos con peor refrigeración, Google está protegiendo la salud de la batería a largo plazo. Es un sacrificio de velocidad a corto plazo por una ganancia de longevidad a largo plazo.

¿Ingeniería responsable o segmentación de mercado?

La explicación de Google es, en su mayor parte, honesta y técnicamente sólida. Es innegable que un cuerpo más grande disipa mejor el calor y que cuidar la batería es fundamental para la longevidad. Es una decisión de ingeniería responsable. Sin embargo, es imposible no ver también un componente de segmentación de mercado. Esta limitación se convierte en un argumento de venta más para el modelo Pro XL. No solo tienes una pantalla más grande y más batería, sino que también tienes la carga inalámbrica más rápida. Es otra forma sutil de empujar al consumidor a gastar más dinero para tener la «experiencia completa».

¿Qué te parece la decisión de Google? ¿Prefieres máxima velocidad de carga o una mayor longevidad de la batería? El debate sobre los compromisos en el diseño de los móviles está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.

Índice
    Ajustes