
Google acaba de dar el paso más ambicioso y, a la vez, más inquietante para hacer que su inteligencia artificial, Gemini, sea verdaderamente personal. Ha activado por defecto una nueva función llamada «conversaciones personalizadas». ¿La promesa? Una IA que aprende de ti con cada chat, que recuerda tus preferencias y que se anticipa a tus necesidades. ¿La realidad? Le estás dando a Google las llaves de tu cerebro para que cree un perfil exhaustivo sobre ti.
Y la prueba de que esto es un terreno pantanoso es que esta función, de momento, NO estará disponible en España ni en ningún país de la Unión Europea.
De la memoria manual al aprendizaje automático
Hasta ahora, si querías que Gemini recordara algo sobre ti, tenías que decírselo explícitamente: «Recuerda que soy programador de Python y odio el fútbol«. Era un proceso manual y controlado por el usuario. Se acabó.
Con la nueva actualización, Gemini aprenderá de forma proactiva y automática de todo tu historial de chats. Si le pides recetas veganas a menudo, asumirá que eres vegano. Si le pides resúmenes de estudios científicos, entenderá que te interesa la ciencia. El objetivo de Google es claro: convertir a Gemini en un socio proactivo, en un asistente que de verdad te conozca. Es el primer paso hacia una IA que se anticipe a lo que quieres antes de que tú mismo lo sepas.

La letra pequeña: el precio de la personalización y la barrera europea
Por supuesto, esta nueva inteligencia tiene un coste, y se paga con tus datos. Aunque Google te permite desactivar la función y borrar tu historial, la activará por defecto para todos los usuarios. Y aquí es donde entra en juego la legislación.
La razón por la que esta función no se lanza en Europa es el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). La idea de que una IA aprenda automáticamente de todas tus conversaciones y cree un perfil sobre ti choca de frente con las estrictas leyes de privacidad europeas. Google prefiere no arriesgarse a una multa multimillonaria y, de momento, nos deja fuera de esta «mejora».
Para calmar a los paranoicos de la privacidad (con razón), Google también ha lanzado el «Chat Temporal». Es, básicamente, el «modo incógnito» de Gemini. Las conversaciones que tengas en este modo no se guardarán en tu historial, no se usarán para personalizar tu experiencia y, en teoría, se borrarán a las 72 horas.

Una guerra por conocerte mejor que tú mismo
Este movimiento de Google no es aislado. Es parte de una carrera armamentística entre los gigantes de la IA (OpenAI, Anthropic y Google) por crear el asistente más personal e indispensable. Saben que la IA que mejor te conozca será la que uses todos los días. Y para conocerte, necesitan tus datos.
La estrategia de Google es brillante y peligrosa. Al activar el aprendizaje por defecto, la gran mayoría de usuarios nunca lo desactivará, entregando un flujo de datos personales de valor incalculable. Es la eterna transacción de Silicon Valley: te doy una herramienta más inteligente y cómoda, y tú, a cambio, me das tu alma digital.
¿Sacrificarías tu privacidad a cambio de una IA que te conozca a la perfección? ¿Hace bien Europa en frenar este tipo de funciones? El debate sobre los límites de la personalización y la privacidad está más caliente que nunca. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.