
En el salvaje y a menudo surrealista mundo de la tecnología, de vez en cuando surge una noticia tan extraña que te obliga a leerla dos veces para asegurarte de que no estás alucinando. Y esta es, sin duda, una de ellas. Dreame, la compañía china conocida por sus aspiradoras y robots cortacésped de alta gama, acaba de anunciar que va a entrar en el negocio de los coches eléctricos. Y no lo va a hacer con un SUV familiar. Va a por la cima. Su objetivo: construir el hipercoche eléctrico más rápido del mundo para competir cara a cara con bestias como el Tesla Roadster, el BYD U9 o el mismísimo Bugatti Chiron.
No, no es una broma. Según informan medios como CNC, citando al portal Iyiou, Dreame va a aprovechar su tecnología de motores eléctricos, la más avanzada del mundo en su sector, para dar el salto al asfalto. Es, probablemente, la jugada empresarial más audaz y demencial que hemos visto desde que Xiaomi decidió que también quería fabricar coches.
El arma secreta: un motor de aspiradora de 200.000 rpm
Aquí está la genialidad (o la locura) del plan. La confianza de Dreame para embarcarse en esta aventura no viene de la nada. Viene de su dominio en la tecnología de motores digitales de alta velocidad. Recientemente, han obtenido la certificación de Frost & Sullivan por crear el «primer motor digital de alta velocidad a 200.000 RPM del mundo», una bestia que ya han montado en sus aspiradoras más caras como la X50 Ultra.

Para que entiendas la salvajada: el aclamado motor del supercoche BYD U9, uno de los eléctricos más rápidos del planeta, gira a unas 32.000 rpm. El de Dreame es más de seis veces más rápido. Evidentemente, la tecnología no es directamente escalable, pero demuestra un nivel de conocimiento en ingeniería de motores eléctricos que muy pocas compañías en el mundo poseen.
Una visión más allá de la velocidad
El plan de Dreame, que recuerda mucho al de Xiaomi, es a largo plazo. Ya han reunido a un equipo de más de mil ingenieros de I+D, y el lanzamiento de su primer hipercoche está previsto para 2027. Pero su ambición no se queda solo en romper el récord de velocidad del Bugatti Chiron Super Sport (490 km/h).
Quieren crear un ecosistema que fusione el hogar inteligente, el coche y la experiencia móvil. Su objetivo es aprovechar su experiencia en domótica e inteligencia artificial para crear una experiencia de usuario «centrada en el ser humano», llegando incluso a adaptar la interacción con el asistente de voz del coche al estado emocional del conductor.
El veredicto del Gurú: una lección para la industria tradicional
Es fácil reírse de la idea de que una marca de aspiradoras pueda construir un hipercoche. Pero sería un error subestimarlos. Esta noticia es la prueba definitiva de que la era del coche eléctrico ha reventado las barreras de entrada de la industria del automóvil.
El coche eléctrico es, en esencia, una batería, un motor eléctrico y un ordenador con ruedas. Y en dos de esas tres cosas (el motor y el ordenador), empresas como Dreame o Xiaomi tienen más experiencia y, a menudo, mejor tecnología que muchos fabricantes de coches tradicionales. Han demostrado su capacidad para la producción en masa de tecnología de alta calidad a precios competitivos.
La jugada de Dreame es una bofetada de realidad para las marcas europeas. Demuestra que su próximo gran competidor podría no ser una marca de coches, sino la empresa que fabrica tu aspiradora. La guerra por el futuro del automóvil se va a poner muy, muy extraña.
¿Crees que una empresa como Dreame puede de verdad competir con Bugatti o Tesla? ¿O es una simple campaña de marketing? El debate sobre los nuevos jugadores de la industria del motor está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.