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La tormenta TRUMP sacude a Intel: un tuit pidiendo la cabeza del CEO hunde las acciones del gigante de los chips

agosto 8, 2025

El mundo de la tecnología y la geopolítica han chocado de frente una vez más, y el epicentro del terremoto ha sido, como casi siempre, un mensaje en una red social. Donald Trump, desde su plataforma Truth Social, ha vuelto a demostrar que puede hacer temblar los cimientos de un gigante de Silicon Valley con solo unas pocas palabras. Su último objetivo: Intel.

En un mensaje directo y sin rodeos, Trump ha pedido la dimisión inmediata del CEO de Intel, Pat Gelsinger, alegando un «grave conflicto de intereses» y afirmando que «no hay otra solución a este problema». El resultado fue instantáneo: las acciones de Intel se desplomaron más de un 5% en las operaciones previas a la apertura del mercado.

El ‘conflicto’ y la guerra fría de los semiconductores

Aunque Trump, en su estilo habitual, no da detalles específicos sobre el supuesto «conflicto de intereses», la acusación apunta directamente a la yugular de la estrategia de supervivencia de Intel: su compleja y delicada relación con China. Pat Gelsinger, desde que volvió para intentar resucitar al gigante de los chips, ha tenido que hacer equilibrios en la cuerda floja. Por un lado, debe cumplir con las estrictas restricciones de exportación de tecnología de Estados Unidos. Por otro, no puede permitirse perder el gigantesco mercado chino, uno de sus mayores clientes.

Para la facción política de Trump, cualquier concesión, negocio o diálogo con China es, aparentemente, una traición. El ataque a Gelsinger es un disparo de advertencia a todo Silicon Valley: en la nueva guerra fría tecnológica, o estás con nosotros o estás contra nosotros.

Un gigante en plena crisis interna

Este ataque no podría llegar en peor momento para Intel. La compañía está en medio de una reestructuración brutal y dolorosa para intentar recuperar el liderazgo tecnológico que le han arrebatado rivales como AMD, NVIDIA y Apple. El propio Gelsinger anunció recientemente un plan de despidos masivos para reducir la plantilla en casi un 15%, pasando de casi 110.000 empleados a 75.000.

La empresa está luchando por su vida, invirtiendo miles de millones en nuevas fábricas en suelo estadounidense (precisamente para reducir la dependencia de Asia) y tratando de ponerse al día en los nodos de fabricación. El tuit de Trump no es solo un ataque político; es echar sal en una herida abierta, generando inestabilidad en una compañía que necesita desesperadamente todo lo contrario.

El poder de un tuit en la economía del silicio

La reacción del mercado demuestra una nueva y peligrosa realidad: el futuro de una compañía tecnológica de importancia estratégica mundial ya no depende solo de sus ingenieros o sus productos. Depende también de los caprichos y las declaraciones de los actores políticos. El caso de Intel es un aviso para navegantes para todo Silicon Valley. La guerra fría tecnológica entre EEUU y China es real, y los CEOs como Pat Gelsinger están atrapados en el medio, intentando satisfacer a sus accionistas, a sus clientes en China y, ahora, a los políticos en su propio país. Una tarea casi imposible.

¿Tiene razón Trump al señalar un conflicto de intereses o es una simple maniobra política para presionar a la industria? ¿Podrá Intel sobrevivir a su crisis interna y a esta nueva presión externa? El futuro del que una vez fue el mayor fabricante de chips del mundo está en juego. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.

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