
En el competitivo y a menudo engañoso mundo de los smartphones, hay una guerra de marketing que se libra en los megapíxeles. Marcas que te venden móviles de 150 euros con cámaras de «50 megapíxeles», una cifra que, sobre el papel, rivaliza con la de buques insignia que cuestan diez veces más. Pero, seamos sinceros, todos sabemos que hay gato encerrado. La pregunta es: ¿qué puedes esperar de verdad de la cámara de un smartphone de gama de entrada? ¿Son todas una estafa o hay alguna que merezca la pena?
La realidad es que, para construir un móvil que cueste muy poco, los fabricantes tienen que meter la tijera en alguna parte. Y el primer componente que pasa por la guillotina, el que sufre los recortes más sangrientos, es siempre el sistema de cámaras. Vamos a analizar, sin pelos en la lengua, los sacrificios que hacen y lo que de verdad significan para tus fotos.
El mito de los megapíxeles: la gran mentira
El primer y más grande engaño es el número de megapíxeles. Un titular como «cámara de 50MP» en un móvil de gama de entrada suena espectacular. La realidad es que el número de megapíxeles, por sí solo, no significa absolutamente nada. Es una cifra de marketing para cazar a los incautos.
La verdadera calidad de una cámara reside en tres pilares que los fabricantes de móviles baratos suelen esconder bajo la alfombra:
- El tamaño del sensor: Este es el factor más importante. Un sensor más grande puede capturar más luz, lo que se traduce en fotos más nítidas, con menos ruido y, sobre todo, un mejor rendimiento cuando la luz escasea. Los móviles de gama de entrada suelen montar sensores diminutos, por muchos megapíxeles que tengan.
- La calidad de la lente: Una buena lente, con un buen tratamiento óptico y una apertura generosa (un número f/ bajo), es crucial para que la luz llegue al sensor con la máxima calidad. En la gama de entrada, se usan lentes de plástico barato que a menudo producen aberraciones cromáticas y falta de nitidez.
- El procesado de imagen: Aquí es donde el software intenta hacer milagros. El procesador del móvil tiene que interpretar la información del sensor y convertirla en una foto. Los chips de gama de entrada tienen un procesado de imagen (ISP) mucho menos potente, lo que a menudo resulta en colores artificiales y un efecto «acuarela» al hacer zoom.

La soledad de la lente única
Otra de las grandes mentiras de la gama de entrada son los sistemas de «cámara triple» o «cámara cuádruple». En el 99% de los casos, es una farsa. Tienes una única cámara principal que es, a duras penas, decente, y luego dos o tres «lentes» de relleno de 2 megapíxeles para «macro» y «profundidad» que no valen absolutamente para nada. Son pegotes de plástico para que el móvil parezca más caro de lo que es.
En la práctica, con un móvil barato, solo tienes una distancia focal. No tienes un gran angular de verdad, y mucho menos un teleobjetivo. Si quieres un plano más abierto o más cerrado, te toca usar las piernas y moverte tú.
El veredicto del Gurú: buenos para el día, un desastre por la noche
Entonces, ¿son inútiles las cámaras de los móviles baratos? No. Han mejorado una barbaridad. Un móvil de 150 euros de hoy hace mejores fotos que un buque insignia de hace cinco años.
La regla de oro es esta: con buena luz, casi cualquier móvil moderno te dará una foto decente para redes sociales. Si vas a hacer fotos un día soleado en la playa, un Samsung Galaxy A06 o un Redmi de turno te darán resultados más que aceptables, con colores vibrantes y suficiente detalle.
El problema, el abismo que separa la gama de entrada de la gama alta, aparece cuando la luz se va. En condiciones de poca luz, en interiores o por la noche, es cuando los sensores pequeños y las lentes baratas muestran sus vergüenzas. El ruido digital (el grano en la imagen) se dispara, los colores se apagan y el enfoque automático, lento e impreciso, convierte cualquier cosa en movimiento en un borrón.

No esperes milagros. Un móvil de gama de entrada es una herramienta fantástica para capturar recuerdos en condiciones de luz favorables. Pero si la fotografía es una prioridad para ti, si quieres hacer retratos con un desenfoque bonito, o si te gusta hacer fotos nocturnas, tendrás que rascarte el bolsillo y, como mínimo, saltar a la gama media.
¿Crees que la calidad de la cámara es el factor más importante en un móvil? ¿O prefieres sacrificarla a cambio de más batería o un mejor rendimiento? El debate sobre el móvil perfecto para cada bolsillo está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.