
Si alguna vez has mirado una «experiencia de conducción» de una marca premium, conoces el percal: precios desorbitados, dos vueltas a un circuito y un montón de reglas. Es una experiencia elitista y, seamos sinceros, a menudo un poco aburrida. Pues bien, el gigante chino BYD ha decidido que esa filosofía es una basura del siglo pasado.
Acaban de inaugurar su Centro de Carreras Todoterreno en Zhengzhou, y no es un circuito, es un parque de atracciones para adultos. Un lugar donde no solo te dejan ver sus coches, sino que te invitan a probarlos al límite en todo tipo de escenarios, desde una pista de derrapes hasta una piscina gigante. Y el precio de la entrada es la mayor bofetada a la industria: desde 599 yuanes (unos 80 euros).
Un menú de experiencias para reventar adrenalina
Esto no es un simple óvalo. Es un complejo demencial con más de una docena de escenarios diseñados para probar las tecnologías más salvajes de BYD:
- Pista de hielo simulada: Para que aprendas a controlar un derrape sin acabar estampado contra un quitamiedos.
- Pista circular de derrapes: La primera del país, con 44 metros de diámetro, para que te sientas un piloto de drift al volante de un superdeportivo como el Yangwang U9.
- La piscina del Yangwang U8: El plato fuerte. Una piscina de 70 metros de largo para demostrar en vivo y en directo la increíble capacidad de su SUV de lujo para flotar y navegar en el agua.
- Pista de arena con récord Guinness: Por si fuera poco, han construido la pista de pruebas de arena más alta y grande del mundo, para que sientas lo que es el Dakar.

Además, cuenta con circuitos todoterreno que replican tramos de míticas rutas chinas, zonas de pruebas de aparcamiento inteligente, frenada de emergencia (AEB) y hasta una zona de acampada de 9.000 metros cuadrados.

La democratización de la cultura del motor
Pero esta no es una jugada aislada. Forma parte del «Nuevo Plan de Pista» de BYD, una iniciativa para «romper las barreras profesionales» y acercar la cultura de las carreras a la gente normal. Y es una estrategia de marketing de una brillantez absoluta.
En lugar de gastar millones en anuncios de televisión, invierten en crear una experiencia inolvidable. Dejan que la gente toque, sienta y conduzca sus coches más avanzados, desde un Denza hasta el exclusivo Yangwang U9, en un entorno seguro y espectacular. No crean clientes, crean fans.
Una lección para las marcas tradicionales
El centro de BYD en Zhengzhou es una lección magistral de marketing experiencial. Es una bofetada a las marcas europeas, que a menudo tratan a sus clientes con una distancia arrogante. BYD, en cambio, les abre las puertas de su casa, les da las llaves de sus mejores coches y les dice: «Ven, juega, diviértete». Están vendiendo algo más que coches; están vendiendo una experiencia, una cultura y una pasión por el motor. Y lo hacen a un precio tan absurdamente asequible que es casi un servicio público. Con planes para abrir más centros en Nanning y Shaoxing, van a crear una legión de seguidores por todo el país.

¿Pagarías 80€ por una experiencia de conducción de este nivel? ¿Es esta la nueva forma de vender coches y construir una marca? El futuro del marketing automotriz se está escribiendo en China. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.