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Gurú Tecno

BYD golpea a Tesla con su ambicioso sistema de conducción autónomo: ‘Ojo de Dios’

febrero 12, 2025

La conducción autónoma ha emergido como un elemento central en la evolución de la industria automovilística. A medida que la tecnología avanza y los consumidores buscan soluciones más modernas y seguras, los fabricantes de automóviles están redoblando esfuerzos para implementar sistemas avanzados de conducción asistida. Esto ha llevado a una intensa competencia, especialmente en mercados emergentes como el chino, donde empresas como BYD han comenzado a desafiar a gigantes establecidos como Tesla.

El interés creciente por la conducción autónoma se puede observar en la inversión significativa que numerosas marcas están realizando en investigación y desarrollo. A medida que los sistemas de asistencia al conductor evolucionan, la expectativa de los consumidores también cambia. Los compradores no solo buscan vehículos que ofrezcan comodidad, sino que deseen contar con la seguridad que brindan los avances tecnológicos. Esto ha llevado a la necesidad de diseñar protocolos de seguridad más rigurosos, como aquellos establecidos por la Unión Europea, los cuales fomentan la implementación de nuevas tecnologías y garantizan un nivel de protección adecuado para los usuarios de la carretera.

Las marcas como Tesla y BYD están utilizando la conducción autónoma como un diferenciador clave en el mercado. Tesla, con su sistema Autopilot, ha logrado capturar una considerable parte del mercado gracias a su reputación en innovación. Por otro lado, BYD está desarrollando su propio sistema conocido como ‘Ojo de Dios’, con el objetivo de no solo igualar, sino superar las capacidades de sus competidores. A través de estas estrategias, las compañías automovilísticas están no solo satisfechas con cumplir expectativas, sino que buscan establecer nuevos estándares en la experiencia de conducción autónoma.

El impacto de BYD en el mercado chino

Tras revelar los planes de incorporar tecnología de conducción autónoma en la mayoría de sus autos, las acciones de BYD subieron el martes 4,5% a un nivel récord en la Bolsa de Hong Kong, después de subir casi 20% en los días previos al evento del lunes. Y es que con ‘El Ojo de Dios’, BYD busca consolidarse como uno de los fabricantes más innovadores en el ámbito de la conducción asistida y autónoma. Este sistema, que proporciona conducción autónoma gratuita en todos sus vehículos, es un movimiento estratégico que posiciona a BYD como un competidor formidable en un paisaje saturado de opciones de movilidad. En un entorno donde los precios son un factor decisivo, la incorporación de tecnologías avanzadas como la conducción autónoma puede inclinar la balanza a favor de los consumidores hacia BYD.

El mercado chino ha sido testigo de una feroz competencia entre marcas locales e internacionales, con actores como Tesla, Xiaomi, Xpeng y Nio a la vanguardia. La introducción del ‘Ojo de Dios’ no solo pone de relieve la capacidad innovadora de BYD, sino que también presiona a otras marcas a adaptar sus ofertas. Por ejemplo, Tesla ha dominado el sector de vehículos eléctricos en China, pero la actividad reciente de BYD podría desafiar su hegemonía. Este sistema de conducción autónoma es visto como una medida para capturar la atención del consumidor, especialmente entre quienes buscan soluciones de movilidad más accesibles y con beneficios añadidos.

La industria automotriz está comenzando a responder a este nuevo desarrollo. Por un lado, se espera que los competidores intensifiquen sus esfuerzos de investigación y desarrollo para ofrecer características similares, y por otro, se destaca el potencial del ‘Ojo de Dios’ para expandir la base de clientes de BYD. La atención se centra en cómo las marcas rivales ajustarán sus estrategias en un contexto donde la innovación se traduce en ventajas competitivas. Con el crecimiento continuo del mercado de vehículos eléctricos en China, la ofensiva de BYD podría redefinir no solo sus propias perspectivas de crecimiento, sino también la dirección futura de la industria automotriz en general.

‘El Ojo de Dios’ de los coches de BYD

Cuenta con funcionalidades que, hasta la fecha, las hemos podido ver en coches de alta gama, como es el caso del aparcamiento remoto a través de un teléfono, o el adelantamiento autónomo en la carretera. 

Recientemente, el fundador de la compañía afirmó que BYD posee la mayor base de datos de vehículos en la nube en China y cuenta con más de 110.000 ingenieros, de los cuales 5.000 están especializados en Inteligencia Artificial. Este equipo trabaja en pruebas dinámicas con el objetivo de mejorar sus sistemas de asistencia al conductor.

Fruto de estos avances, BYD ha desarrollado su innovador sistema de conducción autónoma, el cual se divide en tres niveles: A, B y C, cada uno con características diferenciadas para distintos segmentos del mercado.

Nivel A: Sensores básicos para modelos asequibles

El nivel A de ‘El Ojo de Dios’ está diseñado para vehículos de entrada, como el BYD Seagull, un pequeño urbano que se vende en China por menos de 10.000 euros. Este nivel incorpora:
12 cámaras
Radares
Sensores de ultrasonido

A pesar de ser la opción más económica, esta tecnología permite a los modelos de acceso contar con una asistencia a la conducción bastante avanzada, mejorando la seguridad y la experiencia del usuario.

Nivel B: LiDAR y software optimizado

El siguiente nivel mejora significativamente la precisión de la conducción asistida gracias a la integración de un sensor LiDAR y un software avanzado. Esta tecnología permite una mayor capacidad de reconocimiento de objetos y obstáculos en la vía, optimizando la conducción en entornos urbanos y carreteras más complejas.

El nivel B de ‘El Ojo de Dios’ está destinado a modelos de gama media y alta dentro del catálogo de BYD, ofreciendo una experiencia más segura y autónoma para el usuario.

Nivel C: Tecnología premium para vehículos de lujo

En la cima del sistema se encuentra el nivel C, reservado para los modelos más exclusivos de Yangwang, la marca de lujo de BYD. Este nivel incorpora:
Tres sensores LiDAR
Un software de conducción autónoma más potente y preciso

Con esta configuración, los modelos de la gama Yangwang podrán competir con los sistemas más avanzados del mundo, como el Autopilot de Tesla o el Super Cruise de GM.

Tesla y sus desafíos ante la nuevas ofertas chinas

Tesla ha sido un líder indiscutible en el mercado de vehículos eléctricos. Sin embargo, con la llegada de competidores como BYD, la compañía se enfrenta a desafíos significativos que ponen a prueba su estrategia y valor en el mercado. Esto plantea cuestiones sobre la capacidad de Tesla para mantener su posición dominante en un mercado que cada vez se vuelve más competitivo.

La estrategia de Tesla se ha centrado en ofrecer un sistema de conducción autónoma que destaca por su sofisticación. Sin embargo, los consumidores tienen expectativas altas y, a menudo, poco realistas acerca de estas tecnologías. Tesla ha enfrentado críticas por no cumplir con estas expectativas en términos de actualizaciones y capacidades de conducción autónoma. Esto se ve exacerbado por la presión ejercida por los avances rápidos de competidores, como BYD, que ofrecen soluciones innovadoras a precios más bajos. La incapacidad de Tesla para adaptarse rápidamente podría llevar a una erosión de su cuota de mercado y, por ende, afectar su reputación.

Además, el impacto financiero de estos desafíos no debe subestimarse. Con un mercado en rápida evolución, Tesla podría verse obligada a reconsiderar su estrategia de precios y las inversiones en su desarrollo tecnológico. La introducción de sistemas de conducción autónoma como estándar en vehículos más asequibles por parte de competidores plantea la necesidad de que Tesla se adapte a estas nuevas condiciones del mercado. A medida que la tecnología se vuelve más accesible, las implicaciones para la reputación de la marca y la lealtad del consumidor se vuelven cruciales para el futuro de Tesla en un panorama que cambia rápidamente.

El futuro de la automoción: ¿Hacia dónde vamos?

La industria automotriz está experimentando una transformación significativa en la forma en que concebimos la movilidad. La evolución de la conducción autónoma se posiciona como un factor crucial que no solo cambiará el funcionamiento de los vehículos, sino también el marco general de la economía y la sociedad. En este contexto, los coches eléctricos, en particular, están en el centro del debate, ya que su integración con sistemas de conducción autónoma promete revolucionar la experiencia del usuario y la movilidad urbana.

A medida que la tecnología avanza, la demanda de vehículos que se conducen solos será una tendencia creciente. Los consumidores están cada vez más interesados en la autonomía y la eficiencia que ofrecen estos coches. Al proporcionar comodidad y seguridad, se espera que los vehículos autónomos capten la atención de una nueva generación de conductores que valoran la innovación y la sostenibilidad. Sin embargo, esta demanda también plantea múltiples desafíos, tanto a nivel tecnológico como regulatorio.

Los desafíos regulatorios son significativos, ya que las políticas deben adaptarse para abordar cuestiones como la responsabilidad en caso de accidentes y la protección de datos. Las autoridades necesitan establecer un marco que garantice la seguridad pública mientras fomenta la innovación en la automoción. Además, los aspectos sociales deben ser considerados, ya que la transición hacia una infraestructura de transporte basada en vehículos autónomos podría afectar al empleo en el sector del transporte y la logística.

Desde un punto de vista económico, el crecimiento de esta tecnología influirá en mercados globales, donde países como China jugarán un papel cada vez más importante. La promoción de tecnologías de conducción autónoma por parte del gobierno chino refleja su ambición de liderar el futuro de la movilidad. La industria automotriz se encuentra, por tanto, en una encrucijada que requiere una colaboración efectiva entre fabricantes, reguladores y la sociedad para guiar adequadamente esta transición hacia un futuro más automatizado y sostenible.

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